A finales del año pasado se registraron grietas de considerable entidad en el acantilado de Cadavedo, concretamente en un tramo de senda costera comprendido entre La Regalina y la playa. Los expertos indican que estas grietas de tracción auguran un desprendimiento inminente y, por eso, el Ayuntamiento de Valdés procedió al vallado y señalización de la zona para alertar a los vecinos. El geólogo valdesano Carlos López explica que la semana pasada visitó la zona y no se habían producido cambios, aunque el terreno podría desprenderse a consecuencia de fuertes y continuas lluvias. No obstante, este experto indica que la magnitud de las grietas valdesanas es pequeña en comparación con lo que ocurre en Tazones. La zona donde se detectaron estas grietas de Cadavedo no afecta a viviendas y tampoco al arenal más cercano, ni al campo de La Regalina.