Las carreteras regionales asturianas están en la picota. A la gran movilización en el valle del Navia para que se arregle el deteriorado corredor y a las miles de firmas presentadas por los usuarios para que se haga lo mismo con la que va de Grado a Avilés, se une la queja -que lleva ya varios meses- en el valle de Arango, por la escasez de fondos para acondicionar la AS-369 entre Pravia y Salas. La partida de 342.000 euros del presupuesto regional es insuficiente, a ojos de la plataforma vecinal que defiende la reparación integral de la vía.
El proyecto total requiere 7,8 millones de euros para arreglar el tramo de Pravia a Vegafriosa, el más deteriorado con baches, hundimientos y grietas, muchas curvas y una vía muy estrecha. De ahí que el colectivo continúe sus movilizaciones y cortes de carretera. Exigen que el consejero de Infraestructuras, Juan Cofiño, les reciba y les detalle los plazos e inversiones.
"Hay una partida para la carretera, pero no sabemos nada más. Es escasa y no llega ni para iniciar las expropiaciones, por lo que nos tememos que no van a hacer nada porque es mucha pasta. Obras de este calibre ya no hacen, pasan y van haciendo reparaciones, pero queremos que nos lo digan", reclama Pedro Selgas, portavoz de la plataforma. La carretera, que da acceso a muchos pueblos de Pravia, presenta un estado lamentable, sobre todo en el tramo de Cañedo a Vegafriosa: por allí pasan muchos vecinos a diario, además de los camiones de la empresa de plásticos asentada en la zona que da empleo a alrededor de 500 personas y el tráfico de transportes forestales y de los parques eólicos.
El pavimento está sembrado de socavones, "cada vez más profundos y cada poco con un incidente en coche", detalla Selgas. Además, señala que debido a que no hay un mantenimiento de las cunetas el agua no filtra y se expande por el asfalto. "Es muy peligroso y complicado circular porque vas dando saltos y te lleva el coche para el otro carril o la cuneta. Además, hay un montón de tráfico, tienen que arreglarla ya mismo", reivindica Celestino Villar, de Mallecina.
También hay varios argayos, el más preocupante a la altura de La Peñuca, y en las curvas de Cañedo a Arborio "no se cruzan dos camiones y, a veces, ni un coche". Una de las principales quejas de los usuarios es la estrechez de la vía, algo que también afecta a los peatones que la transitan, como Gumersindo Bello, quien a diario acude a pie a tomar algo al bar. "Es peligrosísimo porque no hay arcén, y cuando pasan los coches te tienes que meter en la cuneta para evitar que te pillen", detalla el vecino.
Un mal estado de la infraestructura viaria que está generando el traslado de muchas familias a vivir a la villa praviana. En la localidad de la que Selgas es natural, Cordovero, ya no queda nadie. "La gente se está yendo a Pravia; el abandono está matando la zona", argumenta. De ahí que la plataforma señale que es necesario actuar para evitar la sangría de población en el conocido como valle de Arango. Y también afecta a los negocios hosteleros y de turismo rural. Begoña Fernández regenta un restaurante en Puentevega desde hace dos años y lo nota: "Antes había más gente por aquí, y si la carretera estuviese bien seguirían", opina. A su juicio, la reparación urge y es el tema que más se habla en su local.
Por todos esos motivos, la plataforma exige la reparación integral de la vía o, al menos, conocer los plazos y ejecuciones a realizar. "No sabemos nada, el proyecto está redactado desde septiembre de 2018 y el que era consejero por aquel entonces, Fernando Lastra, nos prometió que las obras comenzarían a finales de 2019, pero nada", lamenta Selgas. El proyecto contempla un gasto total de 7,8 millones de euros, de los que 6.664.141 se reservan para la licitación de la obra, 975,342 para las expropiaciones y 217,711 para los servicios afectados. "Está todo listo, y meten una partida que no llega ni para iniciar las expropiaciones. Todo eso lleva plazos y se está dilatando en el tiempo, la carretera sigue empeorando y el Consejero sigue sin recibirnos", se queja el presidente del colectivo de afectados.
La plataforma realiza un corte de la vía cada segundo martes del mes y una caminata mensual de Cañedo a Vegafriosa , "y el día que llegue a la plaza hacemos una fiesta e invitamos a Cofiño", apunta Cordovero. También acuden al mercado de los jueves de la villa praviana para informar a los vecinos. "Necesitamos más apoyo y también de los comercios, si no se arregla la carretera y se marcha la empresa asentada en la zona, se van de capa caída", advierte Selgas.
