Al inicio de los años setenta, mientras las chicas de nuestra generación iniciaban tímidamente el camino hacia la igualdad de sexos, nosotros buscábamos un emplazamiento definitivo al campo de fútbol para el renacido Condal y todos estábamos ansiosos ante el reto de acudir a la universidad o dar el paso hacia un mercado laboral muy abierto y más prometedor que el actual, empezó a emerger en Noreña la figura de Abelardo Torrijos. Persona afable e inseparable de su cartera, que desde su llegada a la villa comenzó su lucha en favor de los jubilados y fundó su asociación, conocida como Asvat.
Su amable reivindicación no nos parecía prioritaria. Con el sesgo de la edad, nuestra mirada no alcanzaba a ver a la gente mayor. No eran mayores nuestros padres y la generación de nuestros abuelos pasaba directamente de su desempeño laboral a cargar con las restricciones obligatorias impuestas por la salud. Sin embargo, allí estaba él, inasequible al desaliento, llamando a todas las puertas para conseguir un local social donde reunirse para charlar y echar una partida. Y más. Consiguió llevar a un grupo numeroso de vecinos a territorios tan ignotos en la época como Canarias, Lisboa o la costa andaluza. Para muchos fue su primera experiencia más allá del Pajares. Su tenacidad le hizo superar los recelos de los centros de poder local y, ante nuestra incredulidad, la idea cuajó.
Sin duda, Abelardo Torrijos se ha ganado un sitio preferente en nuestra intrahistoria como "profeta de los jubilados".
En un suspiro han transcurrido cincuenta años que nos han llevado hasta la edad de nuestros abuelos. Hoy, los avances en la igualdad de sexos son incuestionables. El Condal tiene dos campos de fútbol, incluyendo césped artificial en uno. En la universidad ya son más las chicas y en muchas disciplinas acaparan los mejores expedientes.
Además, el Imserso se encarga de los viajes con precios muy razonables. Pajares ya no es una barrera infranqueable como antiguamente.
Ahora que somos más los que hemos arrancado "la hoja roja" y, afortunadamente, disponemos de más tiempo en territorio liberado, ¿tenemos que recuperar el espíritu de Torrijos para conocer nuevos territorios? Necesitamos una agenda 2030.
