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La chacinera ampliada sin licencia en Noreña tendrá que tirar los ahumaderos ilegales

El Ayuntamiento resuelve que las instalaciones de la compañía, de la que es socio un exconcejal del gobierno, no son regularizables

La obra realizada irregularmente en la empresa chacinera de Noreña. A. I.

El Ayuntamiento de Noreña ha resuelto que las instalaciones de una empresa chacinera, ampliadas sin licencia, tendrán que ser demolidas en el plazo de dos meses. La resolución firmada por la secretaria municipal y el edil de Urbanismo, Pelayo Suárez (IPÑ), indica que no se solicitó permiso alguno y los trabajos no se ajustan a la normativa urbanística vigente, por lo que no son regularizables. La ampliación ilegal trascendió en el mes de octubre y provocó la dimisión del concejal de Deportes, Francisco Noval, socio de la empresa.

El informe de la oficina técnica dejan claro que la compañía no solicitó en ningún momento los permisos preceptivos y no se ajustó a la legalidad. En base a eso, consideran que la empresa -de la que es socio el ex edil Noval- incurrió en una infracción grave.

El informe concluye que los ahumaderos que construyó la empresa no son legalizables. Por ello, el Ayuntamiento resuelve que la actividad debe cesar de inmediato. En caso contrario, serán las fuerzas de seguridad quienes se encarguen de precintarlas. Además, la instalación ilegal deberá ser derruida en un plazo de dos meses.

La problemática con la ampliación de la chacinera comenzó con las alegaciones al nuevo PGO de Noreña. La compañía presentó una petición para que se permitiera la obra. Esta fue estimada, y una vez en vigor, solicitando las licencias municipales y abonando las tasas, podrían ejecutar la obra.

El plan pasó por el pleno en mayo y fue aprobado, a falta de que la Comisión de Urbanismo y Ordenación del Territorio de Asturias (CUOTA) diera su visto bueno o propusiera nuevas modificaciones.

La empresa solicitó el pasado julio un informe previo para la ampliación de los ahumaderos de la compañía. La oficina municipal pidió que se diera una justificación urbanística en base a la legalidad vigente, la de 1992, pues el PGO aún no ha sido aprobado de manera definitiva. Esta justificación nunca llegó a darse y la obra se hizo en agosto mientras el Consistorio reparaba una gran tubería de la red de abastecimiento, frente a la nave en construcción.

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