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Siero nombra a un policía nacional jefe de los municipales y le pide que ponga orden

Designados tres subinspectores a través de una comisión de servicio criticada por el SIPLA, que entiende que estaba "preparada" para ellos

La Policía Local de Siero ya tiene nuevo jefe. El cuarto en poco más de cuatro meses. El Ayuntamiento espera que sea el definitivo. El elegido es José Manuel Fernández Rodríguez, policía nacional que ha pasado por la Policía Judicial y las jefaturas superiores de Policía de Asturias y del País Vasco, ocupando puestos en la Unidad de Drogas y Crimen Organizado, entre otros. Asimismo, se han nombrado tres nuevos subinspectores -como ya adelantó LA NUEVA ESPAÑA- a través de una comisión de servicio. Precisamente, la comisión de servicio ha sido fuertemente criticada por el sindicato SIPLA -enfrentado al alcalde, el socialista Ángel García, "Cepi"-, al entender que estaba "preparada" para que recibieran los puestos los tres agentes elegidos.

Esta será la primera polémica que tenga que atajar el nuevo jefe de la Policía Local. Y es que, además de las críticas del sindicato, por el modo en el que fueron elegidos él y los tres subinspectores, está circulando un vídeo (sin autor reconocido), bajo el título "Los caciquismos de Cepi", en el que se ironiza sobre la selección de los subinspectores, señalando, entre otras cosas, que este diario ya indicó quienes eran los tres elegidos antes de que se convocara el concurso para cubrir los puestos.

Asimismo, Fernández Rodríguez tendrá que lidiar con la denuncia del SIPLA asegurando que la organización del cuerpo ha ido incluso a peor, al contar, según los sindicalistas, con apenas tres agentes en algunos turnos, lo que ha provocado que durante varias noches no se haya podido salir a patrullar y tampoco cubrir las entradas y salidas a los colegios.

Precisamente el escaso número de efectivos y la necesidad de más personal fue una de las reivindicaciones que planteó el sindicato en su primera manifestación, el pasado mes de octubre, que hizo que lo que había sido un conflicto interno durante años se convirtiera en una guerra abierta con tres bandos. Por un lado los afiliados al SIPLA, por otro los del CSIF y finalmente el Alcalde.

Ángel García considera que el problema del cuerpo era de gestión. Acusó a los agentes de absentismo injustificado y de contar con horas extra y vacaciones de más; calificó de "mafia", al SIPLA (por lo que tiene una demanda pendiente), y destituyó a dos jefes de policía afines a ese sindicato, colocando interinamente a uno del otro bando.

Ahora llega un nuevo jefe, que estudió Derecho, que cuenta con un dilatado curriculum en la Policía Nacional y que ha recibido numerosos reconocimientos; entre ellos, la Cruz al Mérito Policial, con distintivo blanco.

Entretanto, la brecha abierta dentro del cuerpo y con el gobierno municipal no ha hecho más que aumentar. El SIPLA sigue manteniendo sus reivindicaciones y los movimientos internos han avivado la lucha de poder.

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