El sindicato SIPLA -mayoritario dentro de la Policía Local de Siero- vuelve a la carga en su guerra contra el gobierno municipal, con el que mantiene una guerra abierta desde octubre. En esta ocasión denuncian que la elección del nuevo jefe -un policía nacional con dilatada experiencia- se realizó de manera ilegal.

En concreto, apuntan que no cabe la elección por libre designación de alguien que no sea policía local. Destacan que para acceder a un puesto en el cuerpo es necesario hacer oposición o concurso oposición. Por tanto, la opción de elegir a dedo a un jefe que no pertenezca al cuerpo, no se ajusta, según argumentan, a la legalidad. El SIPLA llega a calificar esta situación de "puestín".

De hecho, se muestran muy críticos a con el alcalde, el socialista Ángel García, al que acusan de saltarse la ley y luego exigir que los demás la cumplan. A este le achacan la vocación de "querer aumentar la recaudación, colocando cámaras que multan si entras en determinadas calles y reduciendo, tanto en número, como en tamaño, las señales que avisaban de paso restringido y multas".

Por último, vuelven a insistir en que la organización del cuerpo ha empeorado, con menos patrullas y más días sin que se pueda vigilar el concejo a pie de calle. Esto lo achacan al jefe de policía en funciones, del sindicato CSIF, al que acusan de "estar llenando el carrito en el supermercado" y no acudir a dar orientaciones tras el estado de alarma.