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Los repiques vuelven al patio en El Valle

La campana de la antigua escuela de Carreño se restaurará y se instalará cerca del centro, el de más alumnos de la zona rural

Actual escuela de Guimarán-El Valle. P. FERNÁNDEZ

La campana que en 1891 repicaba como nunca en las antiguas escuelas de Guimarán-El Valle volverá a oírse desde el patio del actual centro educativo rural de Carreño. La campana en cuestión estuvo custodiada desde que se cerraron las antiguas escuelas de la zona por la familia de la casería donde se hospedó en su día el maestro de El Valle, José Luis Fernández, natural de La Caridad, que residió durante varios años en una vivienda de Guimarán, próxima a la escuela rural de entonces. Esta familia entregó el Ayuntamiento la campana a modo de donación y desde el Consistorio movieron los hilos para ver cómo podían ensalzar este elemento característico que recoge parte de la historia de la escuela rural de Guimarán-El Valle.

La alcaldesa, Amelia Fernández, concretó que dispone de un dictamen del Consejo de Patrimonio donde indican las recomendaciones de instalarla en el entorno del actual recinto escolar, ubicado en la parroquia de El Valle. Y por ello contactaron con un restaurador para que esta pieza vuelva a lucir en todo su esplendor.

La antigua escuela de Guimarán-El Valle se construyó en 1891 como escuela únicamente para educar a niños y alojar al maestro. La estructura del inmueble contaba con dos plantas, patio, campanario con la citada campana, mobiliario y material docente que pasó a ser propiedad municipal a través de la donación del fundador, Fructuoso Busto, un vecino de la parroquia que emigró a La Habana en su juventud y a su vuelta a Asturias decidió invertir en su lugar de origen.

Nada más inaugurarse la escuela, los vecinos de la zona solicitaron que también pudiesen escolarizar a niñas y se aceptó, aportando el Ayuntamiento 420 pesetas, mientras que los gastos de alquiler del local y el menaje deberían correr a cargo de los solicitantes. Poco después surgieron protestas porque las instalaciones no eran las adecuadas, ya que carecían de residencia para la profesora que impartía clase a las niñas. Entonces, la escuela de niñas fue cerrada, pero volvió a abrir ocho meses después. Esta situación provisional continuó hasta septiembre de 1924, cuando se adjudicó la construcción de una nueva escuela al contratista candasín Benjamín García Fernández. Este centro se inauguró en septiembre de 1925, un evento al que asistió el pueblo en masa y el alcalde de Carreño por aquel entonces, Jesús García Prendes.

Estas antiguas escuelas son hoy en día vivienda, propiedad de la familia de Casa La Viuda de Guimarán, de las hermanas García López. Esta familia donó en su día los terrenos donde se construyeron las nuevas escuelas en el barrio La Vega, de El Valle, permutando con el Ayuntamiento de Carreño el solar para edificar las nuevas escuelas -que a día de hoy siguen en pie y con actividad lectiva- por el edificio que albergaba las viejas.

La Alcaldesa comenta que la recuperación de la campana es uno de los asuntos que quedaron pendientes para resolver antes de que estallase la crisis sanitaria por el coronavirus. Una vez que la situación vuelva a la normalidad, el Ayuntamiento retomará el tema para que en las escuelas rurales de Guimarán-El Valle vuelva a repicar la campana que hace varias décadas acompañaba las lecciones y juegos de patio de los niños de estas parroquias, antepasados de muchos de los ahora escolares de este centro rural, el del alumnado más numeroso del concejo.

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