El gobierno municipal de Siero no quiere renunciar a las inversiones previstas en los presupuestos de 2020, a pesar de la situación de alerta sanitaria por la propagación del coronavirus. La idea que manejan es recurrir a la disminución de otras partidas para financiar las medidas económicas que ya han anunciado. Entre ellas, no cobrar la tasa de agua o de recogida de basuras a los negocios cerrados. Por contra, ya se ha contactado a las asociaciones que reciben subvención directa del Consistorio, advirtiendo que esta podría verse reducida.
Con esto se pretende evitar que los efectos de la alarma sanitaria sobre la economía sean aún mayores y que se pueda facilitar la recuperación. El alcalde, el socialista Ángel García, defiende que "muchas empresas viven de la obra pública y hay en juego trabajos, la gente tiene que comer".
Por ello, ya buscan otras partidas del presupuesto que se puedan recortar, recurriendo a modificaciones de crédito que cubran el desfase económico que provocarán las medidas extraordinarias tomadas.
Esto implica que -por el momento- se mantengan las obras que había planificadas. De hecho, el parking público en la plaza Isabel de Lugones ya se está construyendo y la plaza del Samoa de El Berrón está prácticamente terminada, como ya adelantó LA NUEVA ESPAÑA.
Entre ellos, la nueva rotonda de acceso a La Fresneda -que ya cuenta con el visto bueno del Principado y está lista para licitar-, otra glorieta de entrada en El Berrón o la nueva escuela de para hasta 3 años, que se ubicará en el edificio del antiguo Cinema de Pola de Siero. Las restantes se centran mayoritariamente en Lugones, donde se alargará y mejorarán los servicios de la calle Santa Isabel y también se reformará la entrada por la avenida Viella.
Por el contrario, la partida destinada a subvenciones a colectivos podría sufrir un recorte. Las asociaciones ya han sido notificadas sobre esta posibilidad, advirtiéndoles que no planifiquen actividades en base a esos ingresos.
