Irene García es vecina de Pola de Siero y trabaja de enfermera en la UCI cardiaca del HUCA. Pintar es una de sus pasiones. Y desde hace seis años tiene un puesto para vender Güevos Pintos en la fiesta de La Pola. Este año, el COVID-19 impidió que se celebrase con normalidad la fiesta. Los vecinos se fueron a sus balcones. Y a ella, como le tocó trabajar, pues se llevó una réplica muy especial para celebrar la fiesta junto a sus compañeros en el hospital.
Su creación este año fue un dibujo de un huevo en el que se aprecia un enfermero con el traje de protección especial igual que el que Irene García utiliza en el trabajo. No falta ningún detalle, la ropa, la mascarilla y la máscara para cubrir la cara. "Siempre pinté enfermeras, cada año le ponía un detalle nuevo, un endoscopio, o cualquier complemento", explica.
Ayer martes se plantó en el HUCA con su creación, para celebrar los Güevos Pintos con sus compañeros. Y recibió una sorpresa. "Me han encargado ya diez los compañeros, y va subiendo, tuvo mucho éxito", relata.
Para elaborarlo tardó dos días, entre la pintura, y ponerle los complementos. "Pero la idea me llevó más tiempo", cuenta. "Utilice botellas plásticos, tela y algunas cosas de aquí que ya no servían y que puede reaprovechar aquí", añade esta enfermera sierense.
Como a todos los polesos, le dolió que no se pudiese celebrar la fiesta el pasado martes. "Me dio muchísima pena, porque Güevos Pintos es la fiesta que más disfrutamos los de La Pola", comenta. "Y más con el buen día de sol que hizo", subraya.
Mientras tanto, como otros muchos trabajadores sanitarios de la región, hace frente desde dentro al coronavirus. "La UCI está más liberada, pero no deja de ser la misma tensión que tenemos todos, con el miedo a contagiarnos", relata. "Lo llevamos mejor, estamos más animados porque hay menos pacientes en la UCI, que haya altas nos da la vida, nos alegra. Ver que no ingresan tanto, te dan esperanzas a que de verdad", cuenta al mismo tiempo que reconoce también que la situación que más cansancio les producen son los EPIS (Equipos de protección individuales). "Estar tantas horas con ellos agota", afirma.
