La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Concluye la obra del edificio de El Águila Negra tras casi dos años de trabajos

La comercialización del complejo histórico de Colloto, paralizada a raíz de la crisis sanitaria cuando estaba cerca de concretarse

Aspecto del rehabilitado edificio de El Águila Negra en Colloto. A. I.

Las obras exteriores en el edificio histórico de la cervecera El Águila Negra en Colloto han concluido. Tras casi dos años de trabajos, precedidos de una larga odisea judicial, la nave principal del complejo ya está terminada y a la espera de su venta para adaptar el interior a las necesidades del negocio que se instale. Una comercialización que ya estaba muy avanzada, pero que ha quedado paralizada indefinidamente a raíz de la crisis sanitaria. La idea sería poder cerrar el trato con los nuevos propietarios lo antes posible, a poder ser antes de que acabe el año. Mientras, se están dando los últimos retoques al proyecto de urbanización de las calles y parcelas exteriores, que también han suscitado interés.

La noticia positiva es la conclusión de una obra que se había alargado de manera reiterada y que tardó mucho en iniciarse. Fue en 2018 cuando, tras años de paralización y desuso del edificio, la justicia obligó a la propiedad a ejecutar los trabajos de restauración.

Este gran paso ya se ha dado, pero aún queda por adaptar el interior para darle una utilidad al espacio. Los propietarios llevan tiempo buscando comprador para el edifico, así como para el resto de parcelas del complejo.

Un proceso complicado que estaba a punto de concretarse cuando saltó la alarma sanitaria por la propagación del COVID-19. Según ha podido saber este periódico, había empresas tecnológicas interesadas en adquirir la totalidad del edificio histórico para poner sus oficinas. Asimismo, empresarios de diversos sectores, incluidos hosteleros y hoteleros, también habían preguntado por las otras parcelas del complejo de Colloto.

Sin embargo, la comercialización ha quedado parada de manera indefinida, como la mayor parte de la actividad económica del país. El futuro no es claro, la propiedad está a la espera de que las cosas vuelvan a su cauce y que la economía vuelva a funcionar para tratar de cerrar la venta, a poder ser este mismo año. Mientras el panorama se despeja, lo que sí avanza es el proyecto para urbanizar las calles exteriores que rodean al edificio principal y al resto de parcelas. Una vez concluido, se adjudicará a una empresa que se encargue de llevarlo a cabo. Esta parte también será un impulso importante de cara a la comercialización.

Su puesta en marcha, antes o después, supondrá dejar atrás una de las grandes asignaturas pendientes del concejo de Siero, poder dar uso al complejo histórico de la cervecera, que había quedado parado, enclavado en mitad del pequeño polígono a la salida de Colloto.

Durante los últimos dos años ha habido varios interesados en adquirirlo y se han barajado diversos usos. Desde acoger a una plataforma logística hasta la lavandería del hospital, pasando por hoteles o incluso usos compartidos entre empresas del edificio. Finalmente, parece que -si la cosa no cambia una vez la actividad económica se vuelva a poner en marcha- su destino será acoger oficinas.

Compartir el artículo

stats