La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tazones confía en la remontada

La hostelería del pueblo villaviciosino, sin casos de coronavirus, espera instrucciones claras para reabrir de cara al verano

La localidad villaviciosina de Tazones es uno de los lugares de cita obligada en la temporada estival. El grueso de los negocios que existen están orientados al sector del turismo y ansían poder salvar la temporada a pesar de que llevan cerca de dos meses con la persiana bajada. Precisamente Tazones es singular porque las terrazas de los establecimientos hosteleros forman parte de la estampa de este lugar. Muchos negocios cuentan con mesas al aire libre donde poder tomar el vermú, deleitarse con los manjares del Cantábrico o disfrutar de una tarde al sol con vistas incomparables. Sin embargo, todo esto tendrá que esperar. De momento, Tazones, al igual que el resto de localidades asturianas, está confinada y los negocios de hostelería cerrados a cal y canto.

Los hosteleros locales esperan que el gobierno les informe de los requisitos para poder abrir cuanto antes. "No sabemos si tendremos que poner mamparas o si los camareros tendrán que servir con mascarilla y guantes", lamenta Pilar Fernández García, una de las hosteleras de la zona. El cierre de la actividad hostelera tras el decreto del estado de alarma supuso para los negocios de Tazones perder la campaña de Semana Santa y la del puente del 1 de mayo. Para los negocios ubicados en la zona de San Roque, este cierre llegó después de otro, producido por un argayo, que los dejó sin actividad entre noviembre y febrero. Sin embargo, en esta primera ocasión, se trataba de temporada baja y las pérdidas no fueron tan cuantiosas como ahora.

Fernández García se alegra de que en Tazones "no hubo ni un solo caso de coronavirus". Esto supone unas garantías de seguridad para los vecinos y para aquellos que recalen en la localidad villaviciosina cuando permitan una mayor movilidad de la población.

A Tazones, al ser un pueblo eminentemente turístico, esta situación le está atacando por todos los flancos. Al cierre de establecimientos hosteleros se suma el descenso de venta de pescado, que afecta negativamente a los marineros locales, así como la ausencia de ingresos de otro tipo derivado de la presencia de turistas. Aun así, los hosteleros se muestran optimistas. Ya que consideran que este verano la gente de Asturias y de España se moverá por el país y así podrán salvar el verano tras una primavera sin ingresos.

Compartir el artículo

stats