Los hosteleros de la calle Valdés Pumarino están buscando alternativas para poder abrir las terrazas el próximo 11 de mayo y sacar rédito. Sin embargo, las restricciones del Gobierno de España por la crisis sanitaria se suman a las características de esta calle, ubicada en pleno centro de Candás. La estrechez de la vía hace que sea prácticamente imposible que los establecimientos de la zona puedan ampliar sus terrazas a lo ancho, como están permitiendo en otras localidades asturianas, para que las mesas mantengan la distancia de seguridad y los negocios puedan sacar dinero con ello. Además, la ordenanza municipal actual solo permite abrir en mayo de viernes a domingo.

Uno de los hosteleros de Valdés Pumarino, José Antonio Gil Santos, explica que, en el caso de su sidrería, "poner terrazas al 50% sería abrir con una mesa y no nos interesa. Tendría que disponer de plantilla en cocina y fuera y no me sale rentable". La dueña de una cervecería de esta calle, Lucía Riego, considera que "las medidas del Gobierno son inviables. Por eso, la mayoría de los hosteleros de la calle van a esperar a abrir el 25 de mayo, cuando dejarían abrir los negocios al 30%".

Los hosteleros de esta calle están en contacto directo con la Alcaldesa, Amelia Fernández, quien les indicó que estaría abierta a las propuestas que le trasladasen desde los negocios de Valdés Pumarino. Y es que a las restricciones del 50% de aforo en las terrazas se suma que en Valdés Pumarino, durante mayo, solo pueden poner mesas en el exterior durante los fines de semana. "Poner terraza solo el fin de semana los viernes, sábados y domingos es inviable. Gastas más en luz", añade Lucía Riego.

Las terrazas de esta calle candasina se ponen a los laterales de la vía, pegadas a las fachadas de los negocios, y tienen que dejar un espacio suficiente por el medio para el paso de los servicios de emergencia, a pesar de que la calle queda cortada al tráfico en la temporada estival.

Por esta razón, los hosteleros están buscando otras opciones. Secundino Cuervo, uno de los socios de una cervecería de Valdés Pumarino, razona que "abrir en estas condiciones no renta. Nosotros no tenemos empleados y podemos ir tirando. Estamos hablando los hosteleros de la calle para intentar hacer propuestas al Ayuntamiento. Se habló de ocupar el centro de la calle, pero no es viable porque la calle tiene que estar libre para que pueda pasar una ambulancia. Se habló de ampliar hasta El Cueto y de ir subiendo hasta la calle Tenderina o el parque de Bocata, y también de ampliar el horario de terrazas, pero no sabemos lo que va a pasar, de momento".