La figura del informático se ha hecho indispensable en los últimos años, más aún en esta pesadilla que nos ha tocado vivir, en la que el cariño y el trabajo virtual es una obligación. Para yo poder estar tranquilamente en mi casa teletrabajando necesito una cobertura que Chus, nuestro informático de cabecera, me presta desde Pravia o desde donde sea.
Si fallan los móviles, las computadoras o cualquier artilugio telemático se hunde el mundo y por todo esto los informáticos se han vuelto indispensables en nuestras vidas.
La dependencia de lo virtual se ha acrecentado en este periodo de encierro y Chus el informático, con sus aparatos, puede unir Santianes con Madagascar si hace falta.