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Los ediles de Noreña reducen horario de trabajo, pero mantienen el salario

La liberación de una nueva concejala, a razón de 9.496 euros al año por 15 horas semanales, obliga por ley a disminuir la jornada del resto

Los ediles del gobierno de Noreña (IPÑ) reducirán sus horas de dedicación al cargo y conservarán los salarios que aprobaron cuando comenzó el mandato. A las cinco liberaciones que ya había, se suma la de la nueva edil Eva María Nunes -que sustituye al dimitido Francisco Noval, que no percibía salario-, lo que obliga a que las 112,5 horas de actividad para los concejales con sueldo que estipula la ley se repartan ahora entre seis personas. Esto implica que, sobre el papel, sus jornadas se reduzcan, pero las percepciones se mantengan. Esta será una de las materias que se votarán en el próximo pleno, así como la aprobación definitiva de los presupuestos para 2020, sobre los que el gobierno aún tendrá que hacer modificaciones, al no ajustarse a la normativa.

En la jornada de ayer se celebraron las comisiones informativas previas a la sesión plenaria. Allí se expuso como quedarán los salarios de los ediles y sus horas de dedicación.

La novedad que se aprobará será la inclusión de la liberación de Eva María Nunes. Ella percibirá 9.496 euros brutos anuales por una dedicación de 15 horas semanales, es decir, tres diarias. Lo que sería equivalente a 17.409 en caso de completar una jornada propia del funcionariado, de 27.5 horas semanales. La ley establece que los concejales con dedicación al puesto pueden realizar un máximo de 112.5 horas semanales. Como antes de la llegada de Pires eran cinco los concejales liberados y ahora son seis, el resto verán disminuidas sus jornadas (al menos en la teoría), pero mantendrán sus emolumentos.

Esto es 13.160 euros brutos anuales para Ana González y Pelayo Suárez; 12.390 para Pilar Cuesta y 9.319 para María Luisa Fonseca y Alejandro Suárez. A esto habría que sumar las retribuciones de Pires.

En el pleno también se buscará subsanar las inconcreciones del presupuesto que aprobó inicialmente IPÑ para 2020. Este no incluía dotación económica para todas las plazas de trabajadores municipales y por ley debe haber fondos incluso para las vacantes.

Este problema persistía en la jornada de ayer y el gobierno deberá hacer nuevos ajustes para poder aprobarlo definitivamente y subsanar las irregularidades que alegó el PSOE.

Para cumplir con este requisito y poder hacer sitio a la nueva liberación, el gobierno municipal ha optado por una modificación de crédito de la que ya informó este periódico. Con ella se eliminará la principal inversión prevista para 2020, la reforma del patio del colegio público, que tenía un coste de 84.000 euros.

En principio, la idea del Ayuntamiento es poder llevarla a cabo empleando el remanente presupuestario, que dejará casi medio millón de euros disponibles.

Otra obra que estaba prevista para el remanente era la reforma del campo de fútbol municipal. Por el momento, la aprobación del primer presupuesto en tres años se va complicando a pesar de la mayoría absoluta de IPÑ.

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