La de Pepita Argüelles, más conocida como "Güela Pepi", es una vida al revés. De adolescente, en la posguerra, servía en una casa en Llanera, allí aprendió a cocinar: vigilando la pota a su madre, que era viuda y se tenía que ir a trabajar. Ahora, a sus 83 años, se ha convertido en una "youtuber" de éxito, gracias a su canal de vídeos de cocina de lo más espontáneos, que acumulan hasta 300.000 visualizaciones durante el confinamiento.
Aunque, a decir verdad, Argüelles siempre fue una pionera. Nació en San Martín del Rey Aurelio y en su juventud se fue a Lugones, "Monté un chigrín en Las Cabañas. Luego llegó el Carrefour y tuve que cerrar, pero puse dentro un bar tienda con estanco y a la vez Casa Pepita".
También tuvo un restaurante de comida casera y la primera hamburguesería de Lugones. "Neñu, tengo una historia de caerte para atrás", cuenta simpática. A los 82 años se jubiló, aunque sigue dando clases de cocina en casa para mayores y niños. "Los pequeños me tienen alucinada", subraya.
Un día, estando en casa con su hija le sobrevino el aburrimiento y ahí empezó su recorrido con "influencer" de la cocina. "Es que ella solía salir con su coche, porque conduce. Todos los días estaba fuera", explica su hija.
Tenían que inventar algo para pasar el rato y, en ausencia de levadura, optó por hacer su receta con harina de maíz. Entonces hicieron un vídeo improvisado y a través de una de sus nietas, que estudia comunicación audiovisual en Madrid, crearon un canal en You Tube y redes sociales.
"Lo que empezó como una broma acabó con llamadas de concursantes de 'Masterchef' y ayuntamientos", ríe su hija sorprendida. Ahora, toda la familia se dedica a ayudarle a contestar a los cientos de comentarios y correos que le llegan a diario.
A pesar de la atención y los regalos que recibe, Argüelles permanece impasible. "Soy una persona humilde. Todo lo conseguí luchándolo, arrancándolo de la tierra".
