Los vehículos tendrán que rebajar la velocidad a su paso por los principales núcleos de población de Siero. El gobierno municipal anunció en la jornada de ayer que, a partir del lunes, la velocidad máxima en las localidades de Pola de Siero, Lugones y El Berrón desciende hasta los 30 kilómetros hora. La idea es que esto facilite la entrada de peatones en la vía, en caso de que sea necesario para mantener la distancia de seguridad y evitar contagios del covid-19. Asimismo, la medida servirá para facilitar la ampliación de las terrazas de la hostelería a plazas de aparcamiento de zona azul, anexas a la zona de circulación.
La Fresneda, el otro gran núcleo de población del concejo, no aplicará la medida, dado que sus características son notablemente diferentes a las de las otras tres localidades. Un anuncio que complementa al realizado la pasada semana por el gobierno local, que abría la mano a la ampliación de terrazas sin un mayor coste para los establecimientos. Esto permitirá a los dueños de los bares ocupar más zonas de la vía pública, incluidas plazas de zona azul.
Con la reducción de la velocidad máxima se pretende que los usuarios de estas terrazas estén más seguros. Pero también los propios peatones: "A partir del lunes habrá más gente en las calles y por instinto, para mantener la distancia de seguridad, los peatones tienen a irse a la carretera", apuntó el alcalde, el socialista Ángel García. La medida responde, por tanto, a la voluntad de evitar riesgo de atropellos y accidentes, así como de contagios del virus. Donde no se aplicará, a pesar de ser uno de los principales núcleos de población, es en la urbanización de La Fresneda. Allí se entiende que se dan unas circunstancias muy distintas a las de la Pola, Lugones y El Berrón. Por un lado, las calles residenciales están limitadas ya a 20 kilómetros por hora. Por otro, las avenidas principales cuentan con aceras más anchas y no tienen un volumen de hostelería comparable al de las otras localidades.
