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Incertidumbre e inquietud en Pumarabule por otro retraso para el realojo vecinal

Los 36 afectados por las grietas en las viviendas públicas hace once años critican la "falta de transparencia" del Principado, que no informa

Estado actual de las obras de las viviendas sociales de Pumarabule, en Siero. A. I.

La odisea con el realojamiento de los vecinos de la barriada de Pumarabule (Siero) va para largo. El Principado confirma que las obras de las nuevas viviendas sociales, ejecutadas por Vipasa, se demorarán más allá de finales de año.

Sin embargo, 11 años después de que las viviendas que compraron al Principado sufrieran grietas importantes, lo que más incertidumbre causa entre los vecinos -la mayoría de avanzada edad, incluso algunos fallecidos durante la espera- son las condiciones en las que podrán acceder a las nuevas casas. El Principado ya las tiene listas y asegura que serán "lo suficientemente flexibles para dar respuesta a las diferentes situaciones en las que se encuentran los vecinos".

El problema que encuentran estos es la incertidumbre. En 2009 las casas de protección oficial que habían adquirido comenzaron a sufrir grietas de consideración. "Parecía que se podían caer".

Entonces se comenzó a buscar el terreno y se inició el proyecto de nuevas viviendas frente a donde estaban situadas las actuales. El plazo inicial para el final de las obras fue a principios de 2020. Con el paso del tiempo algunos vecinos fallecieron, "otros decidieron irse con sus hijos y otros ya no se ven para salir de sus casas, a pesar del riesgo". Lo peor para los afectados es "la incertidumbre". Para ellos faltan respuestas a muchas preguntas. Hasta ahora desconocen si tendrán que pagar por los nuevos domicilios, cuánto y en que condiciones, o si se les dará algo por sus anteriores casas. El Principado ya tiene definidas las condiciones que tendrán que asumir las 36 familias afectadas en caso de querer ser realojadas. Aunque todavía no se las han comunicado a los vecinos, apuntan que serán "flexibles", en función de su situación. Su intención es comunicárselas de primera mano y reiteran que deben estar "tranquilos", ya que su "compromiso sigue intacto".

No lo ven así los residentes, ni los representantes vecinales de Carbayín, donde se ubica la barriada de Pumarabule. En la zona lamentan lo que consideran "falta de transparencia" y no ven normal el "retraso a la hora de dar una solución".

A ellos se suman los representantes de Podemos. En concreto, el diputado regional Rafa Palacios. Él viene insistiendo en preguntar al Principado por las condiciones que tendrán que sumir los vecinos y lo volverá a hacer en la jornada de hoy, esperando que se les de una respuesta definitiva en el parlamento regional.

Según explica Palacios, preguntó sobre la situación a principios de septiembre del año pasado. La respuesta la recibió a finales de noviembre del mismo año. Dos meses después.

"En ella se me indicaba que las condiciones de entrada serían definidas con antelación al verano de 2020, cuando habrían finalizado las obras", explica Palacios. Ahí ya se indicaba un nuevo retraso respecto al plazo inicial. Desde entonces se anunció un nuevo retraso, hasta finales de año, que ahora será aun mayor, a raíz del parón de los trabajos por el covid-19.

Otro problema denunciado por los vecinos y por el propio Palacios es la cercanía de un talud que se desliza hacia las viviendas en construcción. Un inconveniente que se suma a la larga lista de los sufridos por los vecinos en 11 largos años de espera.

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