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La hostelería de la Pola, contraria a un Carmín privado: "La fiesta es de todos"

El sector considera que no se puede limitar el acceso a la romería, ya que "separaría a amigos", y llama a la celebración en calles y terrazas

La romería del Carmín de 2019. L. M.

Los hosteleros de Pola de Siero -muchos socios de la Asociación de Festejos local- no ven adecuada la idea sobre la que trabaja la entidad de organizar una romería del Carmín exclusiva para socios. Entienden que se daría un fenómeno de separación de grupos de amigos inadecuado y que el riesgo seguiría existiendo. Asimismo, llaman a los polesos y a los habituales de la fiesta a celebrarlo en las calles y en las terrazas de los establecimientos. La intención de limitar la romería la anunció el presidente de la entidad, Jenaro Soto, atendiendo a las restricciones que se podrían dar en lo relativo a reunir a decenas de miles de personas en el prau de La Sobatiella y a la situación económica "crítica" del colectivo.

Una de las hosteleras, a la vez que socia de Festejos, que opina sobre la situación, es Loreto García, de la sidrería El Madreñeru. "Será muy complicado poder hacerlo como todos los años. Entiendo que limitarlo solo a los socios tampoco es lo debido, al menos deberían abrirlo a toda la gente de la Pola". En todo caso, reflexiona que eso también podría tener implicaciones difíciles de asumir: "Hay amigos que conocí en el propio Carmín, que son de Madrid y llevan 15 años viniendo. Sería injusto que se quedaran fuera. Esto da cuenta de lo difícil que es establecer un filtro". Más crítico incluso con la formula de limitar la romería a los socios se muestra Alberto Ruiz, de La Antojana. Él considera que "es una locura que no se le ocurre a nadie. El Carmín es de todo el pueblo y de todo el que lo quiera disfrutar".

Ruiz asegura que facilitará con sus locales "que la gente pueda celebrar el Carmín tranquilamente, no solo como hostelero, sino como poleso". Por último, reflexiona sobre el impacto que tendrá en su sector el desarrollo de la fiesta: "Dependerá de si la gente de fuera viene y lo celebra en la calle o la cosa se queda en los polesos y hacen comidas privadas".

En el caso de Juan Riestra, del bar La Flaca, ve "complicada" la romería planteada por Festejos, ya que "el Carmín es una fiesta para estar con los amigos y de una pandilla de diez puede haber solo dos socios". Él considera que este año se hará con fiestas particulares "en privado", aunque alaba que "Jenaro lo esté intentando".

Sobre su perspectiva como hostelero, destaca la "incertidumbre", por no saber "cuántas personas se podrán juntar en la misma mesa una vez llegue la 'nueva normalidad'". Finalmente, Borja Alcázar, del restaurante Abrelatas, apunta: "Me parece erróneo perder la esencia tradicional del Carmín de la Pola. Se debería de pensar en alguna fórmula para que todos los amantes de este festejo pudiesen participar". Asimismo, el hostelero asegura no ser "muy partidario de las meriendas en locales, aunque sería un soplo de aire fresco para la hostelería".

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