Si algo bueno ha tenido la terrible crisis sanitaria global por la propagación del covid-19, es el brote espontáneo de solidaridad surgido. Se nota especialmente en Noreña, donde además de la ya clásica elaboración y reparto desinteresado de mascarillas, la asociación Contigo ha conseguido recaudar una buena cuantía para los Servicios Sociales municipales y se ha diseñado un respirador autónomo (BoLife) que triunfa en el mundo. El responsable de la gestión de este proyecto, el venezolano Alain Díaz, ha conseguido hacerlos llegar a su país natal, a través de la fundación "Dividendo voluntario para la comunidad".
Este colectivo está íntimamente relacionado con el colegio donde estudió Díaz y colabora con Unicef. A través de una carta, solicitaron una donación de equipos, que los miembros del proyecto -integrado por técnicos de emergencias de Noreña, Cataluña y Madrid- han estado encantados de atender.
Una nueva parada para sus equipos, que ya han funcionado con grandes resultados a nivel nacional. Llegando a diversos puntos de España, incluido el campamento sanitario instalado en IFEMA, en la capital de la nación.
BoLife es un respirador autónomo que no necesita de electricidad y es notablemente más barato que los equipos que se usan actualmente en los hospitales. Algo clave en el contexto de saturación de servicios sanitarios, más en el caso de países como Venezuela.
La idea surgió en una conversación entre el técnico Daniel González y y Javier Tamayo, su compañero de las emergencias madrileñas. Luego se les sumaría el catalán Óscar Maroto y todo se pondría a andar con la gestión de Díaz.
Los mayores retos a los que se enfrenta el proyecto son conseguir piezas para la fabricación y obtener financiación, ya que de momento los equipos se están donando. Una nueva muestra de la solidaridad del concejo de Noreña, que "se está comportando de manera ejemplar en una situación compleja".
