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La Pola llora la prematura muerte del empresario Marino Menéndez, de 49 años

Gran deportista, amante de la bicicleta, luchó contra el cáncer hasta el final sin perder el ánimo: "Ha sido un ejemplo de optimismo y fuerza"

Marino Menéndez, a la derecha, junto a su hermano Nacho, en Pola de Siero.

El poleso Marino Menéndez murió ayer a los 49 años de edad en el Hospital Universitario Central de Asturias como consecuencia de un cáncer, enfermedad contra la que estuvo luchando hasta el último momento. Deja mujer y dos hijas. Su fallecimiento a tan temprana edad ha causado gran consternación en la capital sierense, donde deja una legión de amigos.

Marino Menéndez, muy conocido y querido en la Pola, era un hombre muy vinculado al deporte. Pasó muchos años de su infancia y primera juventud jugando al fútbol en las categorías inferiores del Sporting de Gijón, y en los últimos años había derivado su pasión por el deporte al mundo de la bicicleta, especialmente la de montaña, con la que recorrió muchos kilómetros de carreteras asturianas.

Esta pasión le llevó a crear junto con otros socios de la Pola una empresa para organizar salidas de ciclistas por las montañas asturianas.

"Hoy nos ha dejado Marino, el alma de Bike Paradise. Descanse en paz", difundió ayer la empresa escuetamente como homenaje al fallecido, y fueron muchos los aficionados a la bicicleta los que mostraron sus condolencias y se lamentaron por su pérdida. Entre ellos, la campeona mundial de ciclismo de montaña Rocío Gamonal, que fue la primera en dar muestras de afecto. "Que suerte haberte tenido con nosotros Marino, un gran tipo, un gran amigo", señaló.

Otro vínculo no menos importante de Marino Menéndez con el deporte fue a través de su hija mayor, Ana Menéndez, varias veces campeona de España de natación en el estilo de braza, que comenzó a nadar en la Pola y continuó su formación en el Grupo Covadonga de Gijón. Ana Menéndez demostró desde un primer momento talento, vocación y capacidad de sacrificio, aspecto, este último, que compartía con su padre. Fue él quien la llevó día tras día a Gijón a horas muy tempranas de la madrugada a practicar la natación cuando era una niña.

Y fue un orgullo para él ver cómo su hija era becada por la Universidad de Carolina del Sur para estudiar Ciencias del Deporte y formar parte del equipo de natación. La nadadora polesa se encuentra actualmente en Estados Unidos, donde recibió la triste noticia de la muerte de su padre.

A lo largo de toda la jornada de ayer la familia recibió las condolencias de muchos amigos y conocidos. Y todos coincidían al señalar la principal característica de Marino Menéndez: su buen carácter. Daba igual el momento de su vida en el que se encontrase o la cantidad de sufrimiento que estuviera padeciendo.

Nunca perdió la sonrisa, ni en sus momentos más dolorosos, y jamás quiso hacer sufrir a los demás transmitiéndoles sus padecimientos. Y luchó. Luchó hasta el final sin perder el ánimo. "Ha sido un ejemplo para todos con su optimismo y su fuerza", concluyen sus amigos.

La capilla ardiente con sus restos estará hoy en el Tanatorio Meana, y el funeral de cuerpo presente se celebra a las seis de la tarde en la iglesia parroquial de la Pola.

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