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Lamentos en Lugones por la primera cancelación de El Carbayu desde 1936

Los organizadores de la fiesta no ven garantías sanitarias y tampoco económicas, con la reducción de los aforos y la retirada de la subvención

Lamentos en Lugones por la primera cancelación de El Carbayu desde 1936

Las fiestas de El Carbayu, en Lugones, han sido suspendidas. Todo hacía indicar que se produciría la cancelación y finalmente los organizadores se reunieron en la jornada de ayer y tomaron la decisión. Esta será la primera vez que no se celebren desde el año 1936. A los vecinos les entristece verse sin fiestas, aunque comprenden que las circunstancias sanitarias motiven su suspensión. Sin embargo, detrás de que no se celebre El Carbayu también hay razones económicas, con la supresión de las subvenciones municipales a festejos, que dejaba al colectivo organizador sin mucho margen para montar nada.

Fue ayer cuando La Cofradía Nuestra Señora del Buen Suceso comunicó que no haría su tradicional fiesta del barrio de Lugones. "Muy a nuestro pesar tenemos que suspender las fiestas previstas para este año, que tendrían lugar del 31 de julio al 4 de agosto, quedando las mismas para 2021", reveló el presidente del colectivo, Manolito Fernández "El Pegu". El motivo al que aludió para justificar la cancelación fue "la pandemia de coronavirus que nos asola".

Según explicó, "la directiva, una vez estudiadas las posibilidades reales de celebración, y analizando todos sus inconvenientes, considera que habría un riesgo importante para la salud y la seguridad de los asistentes".

El colectivo no lo ve seguro, aunque se sigan las medidas y recomendaciones que "el Gobierno ha establecido para este tipo de eventos, con la consiguiente limitación de aforo y demás medidas complementarias". Entienden que no tienen la capacidad para garantizar la seguridad de todos los actos, tanto religiosos como lúdicos, que la fiesta conlleva.

Los organizadores lanzan un mensaje de optimismo de cara al próximo año, cuando esperan que "todo haya concluido de la mejor manera" y así poder celebrar "todos juntos, contando con apoyo de empresas, comerciantes, hosteleros y del Ayuntamiento".

Precisamente, aunque los representantes del colectivo no se han referido oficialmente a ello, la situación económica de la asociación también ha influido en la decisión. Con el objetivo de equilibrar el presupuesto para ayudar a los sectores más afectados por el covid-19, el gobierno municipal de Siero optó por eliminar las subvenciones a colectivos culturales y de festejos.

Muchos de los organizadores de las grandes fiestas del concejo han visto limitadas las opciones de obtener financiación de otras formas -con venta de revistas, lotería u organización de eventos más pequeños- y la pérdida de la subvención ha acabado por dejarles en números rojos. Asimismo, el hecho de tener que limitar el acceso a las romerías y verbenas implica también restar rentabilidad a los festejos. Este compendio de circunstancias, todas relacionadas con la pandemia y sus efectos, han acabado por obligar a que El Carbayu no se realice, por primera vez, desde el año 1936.

Para los vecinos ha sido un jarro de agua fría, pues algunos esperaban que se pudiera sacar adelante una celebración más contenida en número de asistentes: "Me sorprendió. Contaba que, como tenían el recinto cerrado, como el año pasado, igual podían hacerlo. Imagino que Santa Isabel haga lo mismo. Nos vamos a quedar sin fiestas y esto nunca pasó. Este verano va a ser raro", explica Daniel Cabal, vecino de la localidad y tataranieto del fundador del festejo.

Esa sensación de "pena", que transmite Cabal, la comparte Javier Martínez. Él apunta que "es una fecha en la que se reunían muchos amigos y a la que nunca faltábamos".

Las cancelaciones han sido una tónica en las últimas semanas. Además de la de la Villa Condal, tampoco se pudieron celebrar las fiestas de Meres y un mes atrás, los Güevos Pintos de Pola de Siero. Y el Carmín, santo y seña poleso, vive en la incertidumbre.

A estas hay que añadir la cancelación de los festejos de la Virgen de la Salud en Lieres, las de La Fresneda y las carrozas de Valdesoto, como adelantó LA NUEVA ESPAÑA.

Lo que se mantiene es la fiesta de Pañeda aunque, esta vez, no podrá alcanzar la dimensión de otras ediciones, conformándose con una misa y el reparto del bollu.

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