Grado llora la pérdida de Celestina Sánchez Fernández, "la güela" de todos los asturianos. La mujer, abuela del conocido etnógrafo Xosé Ambás, falleció a los 98 años dejando un legado de tradición oral y memoria histórica sin igual. Todos los que la conocieron en persona coinciden en que conversar con ella era como hablar con sus propias abuelas. El cronista oficial de Grado, Gustavo Adolfo Fernández, destaca que la matriarca de Ca Sanchu, en Ambás, "nos supo transmitir una forma de vida y fue un referente de la música y la cultura tradicional asturiana. Ella siempre va a estar aquí gracias a los discos que grabó con su nieto y de todos los testimonios que hay recogidos de ella. Estoy agradecido por haber tenido la suerte de haberla conocido".

La antropóloga Fe Santoveña la define como "un referente de la música y de la tradición no solo en Asturias, sino en el resto del mundo. Por la puerta de su casa pasaron músicos de diferentes nacionalidades". Precisamente la tradición oral sacó del anonimato a esta mujer gracias a uno de sus nietos, Xosé Ambás, quien en su etapa en el colegio se dio cuenta del valor que tenía el saber y los conocimientos de su abuela y por ello empezó a investigar acerca de la tradición oral de la canción asturiana. Santoveña remarca que "el hecho de que una persona como Xosé Ambás haya hecho pública esa transmisión oral que se estaba dando en su familia llevó a Celestina a unos niveles en los que logró convertir a una señora de un pueblín de Asturias en un referente de la música, en todos los sentidos. Celestina y su familia son un ejemplo claro de la importancia que tiene la transmisión oral de la cultura asturiana de generación en generación".

El mundo del folk asturiano está de luto por la pérdida de Celestina. Pero no solo la música enmudece, sino la cultura a todos los niveles. La historiadora Arantza Margolles tuvo la oportunidad de conversar con Celestina en una ocasión y supuso para ella una experiencia más que gratificante. "La fui a ver hace un año para que nos contase lo que fue la posguerra en Grado. Su nieto, Ambás, consideraba muy importante que hablásemos con ella y la verdad es que Celestina era impresionante, era memoria viva. Nos habló de la represión en el valle del Salcéu y nos contaba momentos difíciles con la gracia que le caracterizaba. Eran historias muy duras porque, además, su marido había estado en la cárcel en esos tiempos. De todos los testimonios que recopilamos, el de Celestina fue el que más me llegó", confiesa. Margolles considera que "hablar con ella era como hablar con nuestra abuela".

Parte de su legado está recogido en un repertorio de canciones que publicó el Museo del Pueblo de Asturias en 2007 bajo el nombre de "Fontes sonores de la música tradicional asturiana", así como en el trabajo "Bulita", grabado en 2016. Hoy será incinerada en la intimidad familiar en el tanatorio de Grado, donde está instalada su capilla ardiente.