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El verano amargo de "Tekila"

La orquesta con base en Meres (Siero) afronta la suspensión de las verbenas con incertidumbre sobre el futuro: "Nos tienen que rescatar"

Roberto Outes, en la base de la formación musical en Meres. S. ARIAS

Con el agua al cuello. Así están la mayoría de las orquestas asturianas, como la conocida "Tekila", que tiene su base en Meres (Siero) y arrastra en la región a una legión de fans. La suspensión de las fiestas populares pone en jaque al sector en el que trabajan músicos, técnicos y montadores, entre otros. Su sustento son las verbenas, como es el caso de la formación asentada en el concejo, de la que viven 17 familias. El último bolo fue el 7 de marzo en Tineo y las fechas en el calendario veraniego se caen a diario para los próximos meses: "Estamos desesperados, todos los días tenemos anulaciones y ya nos quedan muy pocas fiestas, incluso suspenden para septiembre y octubre", afirma Roberto Outes, dueño de Producciones Tekla, de la que depende la orquesta.

A estas alturas, "Tekila" estaría ya en la carretera, de pueblo en pueblo para llevar su música a las verbenas festivas, pero toda la infraestructura está bajo llave. Una imagen "triste" para los miembros de la formación cada vez que entran en la nave y ven los camiones y equipos almacenados. "Estamos intentando tener paciencia, hemos tenido reuniones con la Consejería de Cultura porque necesitamos que rescaten a nuestro sector como han hecho con otros". "Tekila" pierde este año alrededor de 180 bolos.

Según detalla Outes, no tienen derecho a acogerse a un ERTE al tener contrataciones por días, "es una singularidad del sector", dice, y tampoco han accedido a las ayudas, "de los que lo pidieron sólo lo consiguieron 3 o 4", añade. Una situación que les pone contra las cuerdas porque, en su caso, "somos 17 familias con hipotecas e hijos". Lo que obliga a los trabajadores a buscar nuevos empleos, "están esperando a que les digamos algo, pero parece que nuestro sector no es cultura", reprocha. Además, Outes alerta del efecto que tendrá la parada de las orquestas en otros sectores como electricistas, empresas de carpas, etc.

Pero en "Tekila" no se amilanan. Outes cree que se podría aminorar la merma con las verbenas planteadas de otra manera, con entrada controlada y aforo limitado. "En vez de llevar nuestro escenario, podríamos tocar en una planchada; el precio no sería igual, pero nos permitiría trabajar y subsistir", explica. Si bien hay mucho temor entre ayuntamientos y comisiones de festejos a organizar las fiestas por el miedo a rebrotes del coronavirus. Las cancelaciones tienen un duro efecto económico sobre las empresas que trabajan en el sector. Un verano que será un trago amargo para "Tekila".

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