Medio centenar de feriantes asturianos, miembros de la Unión de Industriales Feriantes de España se manifestaron frente al Ayuntamiento de Siero -igual que en otro lugares de Asturias y el resto de España- para pedir que se les deje "trabajar". El alcalde, Ángel García, les recibió e instó a presentarle un listado de emplazamientos en Lugones y Pola de Siero donde puedan colocar sus atracciones. Él se comprometió a permitírselo si el Principado da el visto bueno a las instalaciones.

De fondo está la grave crisis de este sector, parado desde octubre y con pocos visos de mejora ante la suspensión de la mayoría de los festejos veraniegos.