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Los polesos claman por la permanencia de su cura: "No entendemos su salida"

En la parroquia hay malestar generalizado por la decisión del Arzobispado de trasladar a Juan Manuel Hevia: "Le estamos muy agradecidos"

Juan Manuel Hevia, en la bendición de los Güevos Pintos. M. M.

Nadie lo entiende y hay malestar generalizado. Es el dibujo del panorama que ha dejado en Pola de Siero el anuncio de que Juan Manuel Hevia dejará su puesto como párroco de la iglesia de San Pedro, en el mes de septiembre, tras poco más de tres años ejerciéndolo. El pueblo se planta frente al Arzobispado, al que culpan de esta decisión, para la que "aún no tenemos ninguna explicación, no entendemos su salida". Algunos apuntan a que el sector más conservador de los feligreses podría haber chocado con su carácter "rompedor". En todo caso, tanto los jóvenes de la parroquia -que se concentraron frente a la iglesia el martes- como figuras importantes de la Pola avalan la trayectoria de Hevia y se sienten apesadumbrados por su salida: "Le estamos muy agradecidos".

Uno de ellos es el cronista de Pola de Siero, Juanjo Domínguez. "Como persona siempre me ha caído muy bien. Otra cosa es el tema eclesial y de negocio, que no sé como funciona", apostilla.

Con esto se refiere directamente a las motivaciones que pueda tener el Arzobispado para sacarlo de la Pola. "No se si lo necesitarán en otro sitio, si habrá habido quejas o si el se quería ir", comenta.

En todo caso, Domínguez confiesa estar "muy contento", con la labor que ejerció Hevia en la capital sierense en algo más de tres años y recuerda con cariño algo que el párroco le dijo: "Siempre me planteó que quería que le conociéramos como 'el cura de la Pola'. Entonces cada vez que le mandabas una carta, te dirigías a el así".

Otra voz que se alza contundente en favor de Hevia es la del empresario Nacho Calviño. No tiene problema en apuntar que: "No es la primera vez que un párroco de Pola de Siero sufre críticas destructivas, ridículas y sin fundamento alguno. Vivimos en un mundo egoísta por naturaleza y en nuestra querida Pola de Siero también hay gente así".

Calviño cataloga a Hevia como "una persona trabajadora, que ayuda a quien realmente lo necesita, sin distraerse en preocupaciones absurdas". Por todo eso, rechaza completamente su salida de la parroquia polesa.

También se manifiesta en contra Ángel Vázquez, presidente de la Asociación Sierense de Amigos de la Música (ASAM).

"Siempre se portó muy bien con nosotros y queremos que se quede. Lo que más sorprende es que no se haya dado ninguna explicación", se queja.

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