Nada de tocar. El Museo de la Sidra reabrió ayer sus puertas tras el cierre por la crisis del covid-19 con todas las medidas sanitarias obligatorias que afectan al equipamiento cultural pues tiene una amplia parte participativa e interactiva que, ahora, los visitantes no podrán disfrutar de manera libre. Serán las guías quienes muestren, entre otros, los procesos de elaboración de la sidra que hasta ahora venían haciendo los usuarios siendo uno de los momentos preferidos de los visitantes. La primera jornada tuvo escasa afluencia pero esperan que el cambio de fase del lunes inicie el goteo turístico.
"Somos conscientes de que la situación de Asturias de ejemplaridad de sus gentes y un sistema sanitario de primer orden va a atraer turistas por esa sensación de seguridad. Y por supuesto Nava y el Museo de la Sidra serán un destino turístico", apunta el Alcalde, Juan Cañal, quien cree que la Comarca de la Sidra será una de las zonas más apetecibles para los turistas. Y por ello han preparado el equipamiento, que permitirá la entrada de un máximo de 20 personas por hora y se dará prioridad a aquellas personas que acudan con cita previa, que se puede reservar en la página web del Museo.
De hecho el aforo está limitado por debajo de lo permitido, aclara el Alcalde. Además, el uso de mascarilla y la limpieza de manos y la desinfección del calzado a la entrada del equipamiento serán preceptivos. Además, como refuerzo, han incorporado medidores de temperatura para comprobar que nadie entra con fiebre al espacio museístico. "La visita será igual que siempre sólo que con grupos reducidos, además toda la parte interactiva la haremos las guías a partir de ahora", detalla Jennifer Fabiani, guía del Museo.
A buen seguro que los turistas que ya conocen el espacio echarán de menos lanzar la manzana al sistema que muestra el proceso de elaboración de la sidra. Pero todo el saber y cultura que rodea a la sidra quedarán claros en cada uno de los espacios museísticos.
