Los autocaravanistas y propietarios de furgonetas camper se concentraron ayer en la playa de Rodiles (Villaviciosa) para pedir que se dejen de vulnerar sus derechos. Consideran que están sometidos a una "persecución flagrante e ilegal". Lo primero que piden es que se les permita estacionar "como a cualquier otro vehículo" y que se modifique la ley regional, "pillada con pinzas", que no permite la pernocta. Apuntan que los usuarios de este tipo de vehículos solo buscan "una forma de vida en libertad y que también generan flujo económico".
Esta situación que denuncian se da especialmente en el oriente de Asturias. A su juicio, se está legislando de manera "inadecuada e irregular" y ponen como ejemplo la señal que, en la playa de Rodiles, les prohibe el estacionamiento. "Es completamente ilegal, ya que no está incluida en las que tiene registradas la Dirección de Tráfico. Se la ha inventado el Ayuntamiento para perjudicarnos", relata Raquel Baragaño, en representación de los manifestantes.
Las batallas para los usuarios de autocaravanas y furgonetas son múltiples. Primero el propio estacionamiento en determinadas zonas. "Viene la policía, nos mandan marcharnos y si no te multan. Esas multas las tienes que recurrir. Si tienes un coche con remolque , sin embargo, te lo permiten", relata.
La complicación es aún mayor cuando desean acampar o pernoctar. "Esta persecución es una manera de obligarnos a acudir a camping o áreas de pernocta", abundan.
Sin embargo, no hay espacios destinados a que los propietarios de viviendas móviles puedan pasar la noche. "En Villaviciosa, Colunga o Verdicio no disponemos de ellas", cuentan.
Esto les fuerza a buscar zonas de camping que, consideran, "deben ser una opción, pero no una obligación, ya que se pierde la esencia de la forma de vida que buscamos". Por cómo les tratan, se sienten "como vándalos" y urgen que se respeten sus derechos. Algo que pasaría primero por eliminar restricciones municipales al estacionamiento y, segundo, por eliminar las restricciones actuales a la pernoctación.
Los problemas tampoco les fueron ajenos en la jornada de ayer. Primero se acercó la Guardia Civil, de la que destacan su comportamiento "exquisito". Apuntan que los agentes se acercaron "comentándonos que tenían que estar, pero que no nos preocupáramos y nos preguntaron por si necesitábamos algo".
Sin embargo, afirman: "La Policía Local acudió diciendo que les había mandado el Alcalde, con el que nos habíamos reunido el día anterior. Y nos sacaron fotos".
