El culebrón de la apertura de las escuelas infantiles de Siero ha quedado solucionado, al menos, de momento. El Ayuntamiento, "como gesto de confianza", ha decidido abrir la matrícula de los centros para el curso que viene, tras alcanzar un acuerdo verbal con la Consejería de Educación. Esta le cederá las competencias al Consistorio, de modo que éste será libre de hacer con las escuelas lo que más le convenga. Eso sí, con este encaje legal el Principado no tendrá que financiar al cien por cien el servicio, sino que pagará una subvención similar a la actual. Pendiente queda también el cobro de 390.000 euros que el Gobierno regional adeuda a Siero por mantener el servicio este año.
El Alcalde de Siero, el socialista Ángel García y la concejala de Educación, Mercedes Pérez, anunciaron ayer el acuerdo. "Hablamos con la directora general de Planificación y finalmente han accedido a la propuesta de nuestros servicios jurídicos", explicaron los representantes municipales.
Casualmente, el anuncio del aparente final del conflicto llegó justo unas horas antes del pleno municipal de hoy, al que los partidos de la oposición llevan una moción para pedir que se inicie el proceso de inscripción en los centros e instar a la Consejería a firmar un convenio y pagar lo adeudado.
En principio, la decisión municipal inutiliza este movimiento de Somos, PP, Ciudadanos, IU y Vox. Eso sí, el convenio aún no está firmado, "falta que nos envíen unos informes". En todo caso, el Ayuntamiento entiende que no habrá problema e inicia el proceso.
Este acuerdo dará poder absoluto al gobierno municipal sobre el servicio de las escuelas de hasta 3 años. Lo que implica que puedan tomar decisiones libremente en todo lo que concierne a su gestión e instalaciones.
Además, seguirán recibiendo la subvención como llevaban haciendo hasta ahora, a excepción de 2020, que aún queda pendiente. Es decir, Siero obtendrá una ayuda que ronda los 390.000 euros y seguirá pagando unos 100.000 para completar el coste del servicio.
El problema con las escuelas infantiles se inició en diciembre de 2019. Educación comunicó al Ayuntamiento la necesidad de firmar un nuevo convenio para los centros, cuyo mantenimiento y puesta en marcha asumen los concejos, mientras que las competencias educativas siguen siendo regionales.
Los técnicos municipales, el interventor y el secretario municipal lo estudiaron y consideraron que el que habían firmado era válido hasta octubre de 2020. Asimismo, defendían que el nuevo texto que se les proponía no se ajustaba a la legalidad. A partir de ahí, gobierno municipal y Educación se emplazaron a buscar una solución, junto al Ayuntamiento de Avilés, que aún no ha llegado.
La historia estalla cuando los padres ven cómo el resto de escuelas infantiles de Asturias abren sus plazos de inscripción para el próximo curso y Siero no lo hace por sus diferencias con el Principado. Por el momento, la situación está salvada.
