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Inquietud en Pumarabule por el nuevo retraso en las condiciones del realojo

El Principado asegura que sigue en pie su idea de reunirse "lo antes posible" con los afectados por las filtraciones en los edificios

Construcción de las nuevas viviendas sociales.

Los plazos en lo relativo al realojo de las familias afectadas por graves filtraciones en sus domicilios de Pumarabule (Siero) vuelven a dilatarse. Los vecinos vienen quejándose de la incertidumbre por no saber en qué condiciones podrán acceder a las nuevas viviendas de protección oficial, después de que las suyas comenzarán a sufrir graves daños en 2009. La consejera Melania Álvarez (PSOE), a pregunta del diputado de Podemos, Rafa Palacios, en la Junta, aseguró que informarían a los afectados antes de verano. Sin embargo, esto no ha sucedido, si bien es cierto que el contexto general, con la alarma sanitaria, tampoco ha ayudado en esta ocasión.

Así se acumula un nuevo retraso en el culebrón que ya dura más de once años y tiene visos de extenderse, al menos, otro más, hasta 2021. En todo caso, la Consejería transmite que sigue en pie su idea de reunirse con los residentes lo antes posible.

Con esto se pondría fin a una incertidumbre que dura ya más de una década. En 2009 las casas de protección oficial que habían adquirido los vecinos comenzaron a sufrir grietas de consideración. "Parecía que se podían caer", aseguran los habitantes.

Entonces se comenzó a buscar el terreno y se inició el proyecto de nuevas viviendas frente a donde estaban situadas las actuales. El plazo inicial para el final de las obras fue a principios de 2020. Este plazo se demoró hasta en tres ocasiones y actualmente se espera que concluyan en 2021.

Con el paso del tiempo algunos vecinos fallecieron, "otros decidieron irse con sus hijos y otros ya no se ven para salir de sus casas, a pesar del riesgo".

Hasta ahora, los que siguen esperando desconocen si tendrán que pagar por los nuevos domicilios, cuánto y en qué condiciones, o si se les dará algo por sus anteriores casas. El Principado ya tiene definidas -desde hace más de un mes- las condiciones que tendrán que asumir las 36 familias afectadas en caso de querer ser realojadas.

Aunque todavía no se las han comunicado a los vecinos, Álvarez ha reiterado que serán "flexibles", en función de su situación. La intención sigue siendo comentárselas de primera mano, como ya informó hace varias semanas este periódico. Algo que no acaba de llegar, a pesar de la promesa de hacerlo antes de verano.

Otro problema denunciado por los vecinos y por el propio Palacios es la cercanía de un talud que se desliza hacia las viviendas en construcción. Un inconveniente que se suma a la larga lista de los sufridos por los vecinos en 11 largos años de espera.

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