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Savia nueva para el río Noreña

Los pescadores de Laviana repueblan el curso fluvial con diez mil alevines de trucha y echan de menos a los escolares: "Fue una pena"

Nicolás Ferrer extrae los alevines de la cuba ante la atenta mirada de la edil de Noreña Eva María Nunes. A la derecha, la suelta en el río . S. ARIAS

El río Noreña se enriquece. Y lo hace con 10.000 alevines de trucha que repoblarán sus aguas para favorecer el crecimiento de la especie en el cauce, antaño lleno de ellas. La asociación "Amigos de la pesca del Nalón", con base en Laviana, procedió ayer a la suelta de las crías echando mucho en falta a los escolares del concejo que habitualmente les acompañan en sus actividades en el río Noreña. "Fue una pena no poder haberlo hecho como otros años pero no nos podíamos organizar con los colegios para hacerlo por el confinamiento y ahora no podíamos esperar más, no podíamos dejar la suelta para más tarde", explica Nicolás Ferrer, delegado del colectivo de pescadores en Noreña.

Y, pensando en los niños, Ferrer está organizando un curso de pesca en el concejo. Lleva dos años tratando con el Ayuntamiento para que retiren las piedras de la zona conocida como "El Pozón" para enseñar ahí a los pequeños el arte de la pesca fluvial debido a que tiene buen acceso. "Por otros sitios no me atrevo a meterlos, tiene que ser una zona segura por donde pasen bien", agrega. Un asunto en el que también tiene que ver la Confederación Hidrográfica del Cantábrico. Pronto tendrá noticias sobre el curso y como se organizará su desarrollo.

Así las cosas, los alevines de trucha iniciaron ayer su vida en el medio salvaje, donde habrán de enfrentar depredadores, entre otros, para sobrevivir. Pero la aportación es fundamental. "El río Noreña lleva años sin mal, entre la suciedad que hay y que no hay truchas, nos metimos en este fregao de las repoblaciones para que no se pierda el río", explica Ferrer, quien estuvo acompañado de varios colegas de la asociación y de la concejala del Ayuntamiento noreñense Eva María Nunes, quien soltó unos cuantos calderos al río.

La aportación de alevines al río Noreña pretende que el curso fluvial se vea como antaño. "Siempre había mucha trucha pero el río se abandonó, estuvo años sin repoblar ni nada y se acabó con todo", recuerda. Además, cree que la contaminación del río es su principal problema: "Está lleno de basura, es una pena", añade.

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