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Quejas por el cambio de ubicación de los puestos del mercado de la Pola: "No nos vamos a mover"

Los vendedores, que ya denunciaron la situación en Lugones, se encontraron ayer con la petición de desplazar sus productos

Miguel Martínez, enseñando las firmas recogidas, ayer, en Pola de Siero. A. I.

Los mercadillos semanales del concejo de Siero se están convirtiendo en un espacio para la confrontación entre vendedores y Ayuntamiento. Si las quejas comenzaron en Lugones, ayer, llegaron a la Pola. Allí, los que dan salida a los excedentes de la huerta se quejaron por el imperativo de tener que mover los puestos de su lugar habitual, a un espacio nuevo. "No nos vamos a mover", se plantaron cuando llegó la Policía Local.

La polémica comenzó con la vuelta de los mercadillos de excedentes de la huerta, una vez finalizó el confinamiento por la propagación del covid-19.

En el caso de Lugones, se optó por desplazar los puestos del céntrico Parque de la Paz, a la zona del centro de día. Esto no gustó a los zabarceros, que tras 20 años en esa ubicación, entienden que ese lugar no es el adecuada para mantener la clientela.

Comenzaron a recoger firmas y, el gobierno municipal, que afirma haberles desplazado por las quejas vecinales, está ya buscando un nuevo emplazamiento.

La cosa no quedó ahí. Si la semana pasada los problemas se produjeron en Lugones, ahora las diferencias se han extendido a la Pola.

"Nos dan un número de puesto. Eso se ha mantenido, tenemos el mismo, pero el hueco para instalarnos lo han cambiado", lamentaba Azucena López.

Ella vivió un momento tenso durante la mañana de ayer, por la confusión provocada por las nuevas ubicaciones. "Mi madre vino a las seis de la mañana, montó el puesto y, a las once, la Policía Local se presentó pidiéndonos que nos moviéramos", añade López.

Entonces, "llamé repetidamente a la Concejala responsable, sin respuesta". Finalmente, su insistencia por permanecer en su espacio habitual tuvo fruto y pudieron quedarse en su lugar habitual.

Allí tenían desplegadas sus verduras y hortalizas, además de un recorte de LA NUEVA ESPAÑA en el que se informaba de las quejas por el cambio en Lugones y las hojas en las que recogen firmas para defender su espacio.

"Tenemos 300 firmas recogidas, esperemos que esto sirva para algo. Cuesta que haya unión entre los vendedores y rememos todos a una", lamentaba ayer López.

La polémica sigue candente y seguramente retornará esta misma semana con el mercado de Lugones. Por ver está cuanto puede tardar en encontrarse una nueva ubicación que convenza a los zabarceros y también convenga a los vecinos, a la vez que permita mantener la distancia de seguridad obligatoria. En principio, parece que no será esta semana.

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