Coger un spray y pintar en una pared es algo que sucede con frecuencia. Las motivaciones pueden ser muchas, desde lo meramente decorativo hasta la adrenalina de acabar corriendo delante de la policía. En el caso del leonés David Esteban (alias "D2.0"), que pinta estos días un mural en Lugones, su propósito es la concienciación sobre aspectos ecológicos y el cuidado del planeta.
La reina de la noche -villana por excelencia de la Flauta Mágica de Mozart- particular de Esteban, es, en esta ocasión, el tetra brik. "Un envase que se usa mucho y que es imposible de reciclar", lamenta. Frente a esa pequeña presencia malévola, una niña con gafas de sol, que lo enrolla hasta convertirlo en una "pajarita", para tirarlo. "Es mi hija de cuatro años", reconoce. Esa es la escena que compone en la villa sierense.
La niña aporta el equilibrio estético y completa el sentido de la obra. "Lo que busco con esto es una concienciación ecológica. Es algo que va muy implícito en mis trabajos. El hecho de que aparezca la niña y el tetra brik también le da un sentido de creación de una nueva vida para los materiales y de que el futuro de la Tierra pasa por la concienciación".
Su trabajo suele tener motivo de denuncia, principalmente ecológica, "desde hace dos o tres años". Pero no por ello descuida la belleza, aunque se relaciona con ella de una manera particular, es parte de su arte.
"A veces cojo cosas feas, como puede ser la cabeza de un pescado, y la pinto enrollada en plásticos. El resultado acaba siendo bonito de ver en conjunto, pero mantiene ese mensaje", abunda el grafitero.
La posibilidad de pintar el enorme mural en Lugones se empezó a gestar a finales del pasado año. Pablo Suárez, vecino de la localidad vinculado a Ciudadanos, le llamó planteándole su idea de hacer una exposición de murales en Lugones. Poco a poco fueron tramitándolo, consiguiendo el permiso de la comunidad de vecinos, que le dejó libertad para crear.
Lo mismo que el Ayuntamiento, que le dio el visto bueno y tramitó los permisos: "Ha sido algo muy cómodo y estoy agradecido de que me hayan dejado libertad. Eso no es tan frecuente".
Tras desarrollar la idea, se puso manos a la obra hace cosa de una semana. Reconoce que aún le queda "bastante por hacer", pero está satisfecho con cómo va quedando. Por el momento ya se puede observar el gran dibujo y la zona superior comienza a coger color.
Finalizarlo calcula que le llevará al menos una semana más, algo que no le supone inconveniente, ya que disfruta de su trabajo, motivo por el que ya ha venido a Asturias en otras ocasiones.
Según relata, estuvo en Mieres el pasado año, también pintando grafitis relacionados con la concienciación del peligro de los plásticos. Además de en la cuenca minera, también pudo dejar muestras de su arte en Oviedo o Villaviciosa.
Claro, esta pintura de Lugones tiene un punto especial, la presencia de su hija pequeña. "Es mi modelo favorita y la que tengo más a mano", reconoce como padre orgulloso.
La pequeña no solo posa, sino que participa de sus creaciones. "Me gustaría mucho que quisiera dedicarse a esto o lo practicara. Por el momento, aunque no le puedo dejar todavía los sprays, sí que intento que me vaya aportando ideas", subraya.
La imponente creación de Esteban luce ya bastante avanzada y sorprende a los viandantes, contentos porque se haya decidido colocar allí la pintura.
El motivo ecológico también pega con la localidad, cuyo principal enemigo no deja de ser la contaminación. No en vano, según las mediciones oficiales, es una de las ciudades con el aire más contaminado del Principado.
En este caso, entra en juego otro elemento diferente, más llamativo a simple vista que las partículas en suspensión. El tetra brik, malo de la película, quedará retratado a spray.
