La procesión del Ecce Homo de Noreña no se celebrará este año. Miembros de la cofradía que organiza este multitudinario evento religioso han avanzado que no se podrá celebrar porque resulta "imposible controlar a la gente. No podemos hacer otra cosa". Ocurre que todos los años la salida en procesión del Ecce Homo es seguida por cientos de personas. Y en la actualidad las aglomeraciones de este tipo están totalmente desaconsejadas para evitar rebrotes de covid-19. Y en estos eventos es prácticamente imposible que los participantes puedan mantener las distancias de seguridad.

La cofradía que todos los años organiza la procesión del Ecce Homo concreta que los actos religiosos se limitarán a la celebración de la novena; es decir, a las nueve misas previas a la festividad del 14 de septiembre, que se harán con control de aforos. De hecho, las normas que rigen la "nueva normalidad" en Asturias concretan ocupaciones del 75 por ciento en los templos religiosos, para que los feligreses puedan mantener las distancias de seguridad.

Sin procesión, las celebraciones del Cristo de Noreña estarán reducidas a la mínima expresión. Además de la novena, los organizadores están pendientes de que el Principado concrete qué eventos pueden celebrar. Están en el aire las actividades para niños, que a priori tendrían acceso limitado y, en el caso de los grandes eventos, la Sociedad Noreñense de Festejos (Sonofe) ya ha cancelado las verbenas nocturnas. En su lugar, está valorando si sería viable celebrar sesiones vermú con música en directo y con charangas.

A dos meses vista de las celebraciones del Ecce Homo en Noreña, que estaban previstas entre el 14 y 21 de septiembre, los eventos que tradicionalmente congregan a mayor número de personas están suspendidos. Sin embargo, la situación sanitaria puede salvar otros. Aún quedan semanas para concretar estos detalles con el Principado y celebrar, aunque de una forma más comedida, las fiestas del Cristo de la Villa Condal.

Los noreñenses, por lo tanto, sí podrán participar en algunas celebraciones del Ecce Homo, aunque con limitaciones. Peor suerte tuvieron otros grandes festejos de la localidad, como los del picadillo, organizados por la Orden del Sabadiego. Y es que estas actividades coincidieron con el confinamiento de la población durante el estado de alarma y obligaron a que el tradicional pregón tuviera que hacerse de forma telemática. No se pudo proceder al nombramiento de los nuevos caballeros de la Orden, y tampoco hubo vermús ni degustación de productos derivados del cerdo en las calles de la Villa Condal. Los vecinos, sin embargo, trasladaron la fiesta a los balcones y ventanas, donde se animaron incluso a poner música y brindaron deseando que la crisis sanitaria se acabase cuanto antes.

Precisamente la crisis sanitaria continúa en la actualidad y, por ello, las fiestas del Ecce Homo se harán con pequeñas celebraciones. No obstante, desde la cofradía argumentan que, a pesar de que no van a sacar al Cristo en procesión, "el Ecce Homo lo tenemos ahí. Ahora no podemos correr el riesgo de sacarlo en procesión. Pediremos que nos dé salud para poder celebrar la procesión el año que viene", remarcan.