Una llamada al consenso. Grado trata de dar solución a la problemática surgida en el mercado moscón a raíz de la crisis sanitaria del covid-19, que obliga a reestructurar la disposición de los puestos para cumplir con las preceptivas normativas sanitarias. Una nueva ordenación a la que se niegan los ambulantes de textil y calzado, quienes quieren mantener sus puestos habituales. Así, el Ayuntamiento reunió ayer a los vendedores de ropa y agroalimentación y, también, el comercio y hostelería de la villa para dar un primer paso de cara a la mesa de negociación que se instaurará, casi con toda seguridad, el próximo viernes. Un cita a la que asistió el Alcalde de Grado, José Luis Trabanco, pese a estar de baja tras sufrir un infarto.

"Tenemos que alcanzar un consenso, si nos enrocamos en nuestras posturas no sirve para nada, además, los acuerdos que se alcancen en la mesa de negociación serán intocables", afirmó el primer edil, quien insistió en la necesidad de que todas las partes cedan para llegar a un acuerdo. Así, al término del encuentro, en el polideportivo municipal, se nombraron los representantes de cada sector que participarán en las negociaciones de las que saldrá la nueva reordenación del mercado moscón. La primera reunión se fijó, en principio, para el viernes.

Los representantes de la venta de textil, calzado y artesanía quieren mantener sus puestos en la zona central del mercado y no trasladarlos al eje comercial de la calle Asturias y Bolado, como propuso el Consistorio. Si bien, avanzaron que están dispuestos a reducir el tamaño de sus puestos. "Estamos dispuestos a acortar los puestos, la anchura, para que haya más pasillo momentáneamente mientras no haya vacuna", dijo Alfredo Jiménez.

Los vendedores de este sector cuestionaron que el Ayuntamiento dé prioridad a los productos de agroalimentación en el mercado tradicional. Un punto que el Alcalde aclaró tajante: "La huerta es nuestro espejo, no tengáis ninguna duda; pero no lo interpretéis mal, el textil no sobra".

También los vendedores de agroalimentación participaron en el debate. Marta Fernández, productora de queso afuega'l pitu, propuso crear un sello para distinguir a los productos locales. Y ahondó en la necesidad de ceder, unos y otros, para conseguir una solución que, si bien no contente a todo el mundo, sí a la mayoría.

También la productora de la huerta ecológica, Marina Berdasco, se expresó en la misma línea: "Todo queremos estar en el sitio pero se dan embotellamientos y hay que hacer una reestructuración para todos, no podemos olvidar que estamos en una pandemia". Berdasco lamentó que los vendedores de textil y calzado les acusen de quitarles sus sitios habituales en la nueva organización del mercado. "Echan la culpa a los que venden la verdura, parece que en el mercado solo vende el textil pero la huerta de Grado es importante, nosotros también tenemos que vender", dijo.

En la reunión también intervinieron comerciantes de la villa moscona. En ese sentido, Sagrario Fernández abogó por extender el mercado como única solución posible "mientras el covid está aquí". En su opinión, un rebrote del coronavirus que obligue a un confinamiento "supone otros tres meses cerrados y no se van a resistir".

El Ayuntamiento de Grado quiere dar solución a la problemática surgida y lo harán en base a los informes técnicos municipales y los acuerdos que salgan de la mesa de negociación. Una reorganización del mercado moscón que parece, cada día, más necesaria.