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El polígono de Bobes, ya concluido, espera empresas para después del verano

Las obras de la primera fase acaban tras diez años de constantes retrasos y trasladan el reto a la captación de firmas en plena crisis

La calle I del recién concluido polígono de Bobes, en la jornada de ayer. A. I.

El polígono de Bobes ya es una realidad. Las obras de la primera fase de urbanización de la gran mancha industrial del centro de Asturias han concluido. Un proceso que ha sido muy complicado y ha llevado una década, después de que el primer intento por habilitar el suelo se paralizara en 2012, dada la situación económica de la propietaria del área, la gestora de suelo Sogepsa. Los trabajos se retomaron hace un año y desde entonces han ido rodados, terminando en el plazo previsto a pesar del parón de dos semanas obligado por el covid-19. Ahora, el principal reto está en vender las parcelas. Por el momento, un 20% están reservadas, algo que no compromete definitivamente nada.

Medio millón de metros cuadrados están ya disponibles para las empresas que quieran instalarse en el concejo. El principal obstáculo al que se enfrenta Sogepsa, en este sentido, es la ralentización de la economía por la pandemia. De hecho, su efecto ya se ha venido notando en las últimas semanas, aunque se respira cierto optimismo sobre una posible aceleración a partir de septiembre.

Para facilitar la llegada de inversión, el Ayuntamiento anunció que dará bonificaciones de hasta el 95% en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y en el coste de las licencias, a quienes se instalen en Bobes.

Sogepsa siempre ha defendido que el final de las obras sería clave a la hora de que se concrete el interés. Según fuentes consultadas por este periódico, hay empresas interesadas del sector del metal, logísticas y de transportes. Algunas plantean incluso operaciones importantes. Es más, en las últimas semanas ha estado cerca de cerrarse la compra de un gran espacio dentro del polígono. Parece que esto tendrá que esperar hasta después del verano.

En la comercialización también se ha implicado activamente el Alcalde de Siero, el socialista Ángel García. Él entiende que la llegada de compañías al polígono sería un factor fundamental en el desarrollo del concejo, al que pretende atraer inversión y vecinos, destacando su ubicación -en el centro de Asturias- y sus buenas comunicaciones.

Para atraer a posibles inquilinos, García anunció que ofrecerá bonificaciones de hasta el 95% en el IBI y las licencias a quienes quieran poner sede en Bobes. Estas exenciones estarán vigentes entre cinco y diez años e irán ligadas a la creación de empleo en el concejo, buscando también que los trabajadores del polígono opten por vivir en Siero.

Este proceso será lento, pero difícilmente tanto como el de urbanizar. Hace ocho años, Sogepsa atravesó problemas económicos que derivaron en impagos y en la paralización de la urbanización del polígono. El Gobierno autonómico acudió al rescate de la compañía y el pasado año la maquinaria volvió a Bobes para concluir la primera fase de urbanización, contando con una subvención del Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias (IDEPA).

Pero no todo fueron alegrías desde entonces. Los nubarrones económicos volvieron a cernirse sobre Sogepsa por culpa de créditos bancarios pendientes de pago.

El consejero de Infraestructuras, Juan Cofiño, reconoció en su momento que apoyaría económicamente a Sogepsa, lo que aseguró el final de la obra. Un proyecto clave para el futuro de la entidad, que dispone de un millón de metros cuadrados en Bobes, la mitad aún sin desarrollar.

La idea es llevar a cabo esta parte una vez se dé salida a las parcelas de la primera fase. Algo esencial de cara al desarrollo futuro del concejo de Siero y de la zona centro de Asturias.

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