El Museo de la Semana Santa de Villaviciosa reabrió sus puertas el pasado 15 de julio y seguirá abierto hasta el próximo 31 de agosto, pero en él aún no se podrá contemplar una de las piezas más importantes de la Pascua villaviciosina: el Santo Sepulcro. Este elemento sigue a día de hoy en el sur de España, en concreto entre Murcia y Sevilla, donde están completando su restauración. La crisis sanitaria del covid-19 provocó que se paralizase por completo la actividad de los maestros orfebres y de la empresa en la que estaban trabajando para poner a punto este elemento religioso.

En un principio, la intención del mayordomo de la Cofradía de Jesús Nazareno, Nicolás Rodríguez Martín, era la de exponer el Santo Sepulcro ya restaurado en febrero, antes de la Semana Santa villaviciosina. Sin embargo, sus planes se truncaron y a día de hoy aún no se sabe cuándo volverá la pieza a Villaviciosa. Mientras tanto, el Museo de la Semana Santa ofrece a los visitantes imágenes y fotografías religiosas. Las visitas serán de 12.00 a 14.00 y de 17.00 a 20.00 horas, todos los días de la semana excepto los lunes.

Así las cosas, la cofradía villaviciosina sigue esperando por la más que nunca ansiada llegada del Santo Sepulcro a Asturias. No en vano, se trata del elemento de mayor antigüedad que sale en procesión durante la Semana Santa de Villaviciosa. La urna en cuestión fue donada en 1902 por Aurora Felisa Martínez de Suardíaz. Fue realizada entonces por Emilio Meneses en Madrid y está hecha de la afamada plata Meneses, así como de elementos de cristal. Esta sería su segunda restauración en su historia, que lamentablemente coincidió con la crisis sanitaria del coronavirus. De ahí que las minuciosas y arduas tareas de restauración hayan tardado más de lo previsto inicialmente.