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Bañistas ejemplares en Aguilar

"La gente se está portando bien, incluso cuando hay que cerrar por la pleamar", agradecen los socorristas de la playa de Muros

Los socorristas Pepe Vega y Óscar Marqués, vigilando ayer la zona de baños de la playa de Aguilar. S. ARIAS

"La gente mantiene la distancia social en la playa, marca en la arena la zona donde se va a poner, hacen unos recuadros, y usan la mascarilla en las zonas comunes", refrenda el coordinador de salvamento del arenal de Aguilar, Pelayo Díez Fernández. El buen comportamiento es la tónica general de los bañistas de la playa de Muros, incluso cuando le Policía obliga a cerrar los accesos, como ocurrió el pasado miércoles, para contener el aforo cuando sube la marea.

Una situación obligada por la pandemia del covid-19 que, según el equipo de socorrismo, se está llevando "bastante bien". "Cuando empuja la marea la gente se suele ir porque queda muy poco sitio, mantienen bien la separación y nosotros les hacemos recordatorios cada hora", señala el coordinador de los socorristas que atienden la costa murense.

Por el momento, no ha habido problemas más allá del cierre decretado por la Policía Local, que patrulla las zonas playeras con asiduidad. Cierran las entradas a pie de la playa y avisan con un cartel en la rotonda de Muros que da acceso al arenal para que no baje más gente. Así contienen el aforo en Aguilar, una de las playas con más tirón entre turistas y habitantes de la comarca. "No generó ningún problema, la gente se está portando muy bien", refrenda la Alcaldesa del concejo, Carmen Arango.

El cierre se decretó antes de las cinco de la tarde, en el momento en el que los usuarios comenzaron a aglomerarse en la zona del muro ante la subida de la marea, detalla la regidora. "La pleamar era un poco más tarde pero ya antes, en vista de la situación, y con una marea de 13.9 pies de altura, se cerró porque prácticamente nos quedamos sin arenal", abunda Arango. En torno a las 20 horas, la playa de Aguilar volvió a estar abierta.

En cuanto a los servicios habituales que prestan los socorristas, solo han tenido una intervención a principios de mes para sacar a un bañista "y algún susto en las playas colindantes". Lo que sí han advertido este verano respecto a los anteriores es que hay menos servicios de curas. "No sé si es por el covid-19 pero no pasan a curarse por la caseta, también puede ser que haya menos incidentes", observa el coordinador del salvamento, quien es doctorando en actividades acuáticas y socorrismo en la Universidad de La Coruña, donde desarrolla una camilla de rescate para moto de agua para recoger a personas que hayan sufrido lesiones múltiples, como una lesión medular.

Un verano que está marcado, además de por el coronavirus, por la buena temperatura del agua, que sorprende con gusto a los habituales del Aguilar. De ahí la cantidad de bañistas que hay en el mar, incluso en los días más nublados y frescos como el de ayer. "Está muy buena el agua, aunque los días que sopla el nordés de continuo baja unos grados hasta 16", puntualiza Díez. También destaca la limpieza del agua, casi transparente. Aunque no saben el porqué de ello. "En las playas pequeñas, por ejemplo, sí que hay mogollón de alga, debió de haber mar de fondo y la dejó depositada en las calas porque en Aguilar el agua está muy limpia", explica.

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