La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

LA COLUMNA DEL LECTOR

Cinco años contigo, pero sin ti

Cinco años contigo, pero sin ti

Ya hace cinco años que te fuiste de nuestras vidas, pero no ha habido un solo día en que no te hayamos echado de menos, que no te hayamos recordado, ni tampoco un solo día en que no hayas estado presente en nuestros corazones. Rememoramos con cariño las veces que nos reñías para que nos esforzásemos más y diésemos lo mejor de nosotras, tus palabras de aliento y tus "aprieta los dientes" en los momentos en que algún problema nos bloqueaba. Aquella frase que no entendíamos es hoy una consigna de vida para nosotras.

Tampoco olvidamos la manera en que recurríamos a tus manos, a tu calor y acogimiento, siempre discreto y alentador, con tu seguridad y tu confianza, que nos hacía sentir protegidas ante las adversidades de la vida, a la vez que las más grandes y victoriosas. Ha sido, es y siempre será un orgullo ser tus hijas, que la gente en la calle nos reconozca y nos diga: "¡Las hijas de José Aurelio! ¡Qué buena y honesta persona!".

Nunca podremos agradecer lo suficiente las cosas que hiciste por nosotras ni por todas aquellas que, y lo afirmamos sin lugar a dudas, habrías hecho si no te hubieses ido tan pronto. A pesar de que hemos disfrutado poco tu presencia, recordamos las ganas que tenías de vivir, los planes, excursiones y viajes que tantas ganas tenías de hacer siempre con tu familia, así como lo trabajador y responsable que eras, tu constancia y esfuerzo en todo aquello que te proponías conseguir. Y es que nada se te ponía por delante.

Por cierto, papá, tus amigos de la universidad, del instituto, aquellos que decías "son mis amigos", ¡ahora son los nuestros! Aquellos con los que nos juntábamos y hacíamos excursiones y comidas, amigos que no ha habido ni un solo día en que no se preocupasen por nosotras, tanto en lo bueno como en lo malo. Ahí siguen, siempre a nuestro lado, siempre apoyándonos. Ellos son los que te recuerdan con el poeta Pablo Neruda, "nosotros, los de entonces, ya nos somos los mismos". Desde aquí queremos mandarle un beso y un abrazo muy fuerte a nuestro amigo Emilio. Como dicen Rosa y Gus a mamá, "me llena de alegría saber que tus niñas se hacen mayores y están rodeadas de cariño".

Debes de estar orgulloso de nosotras, creo que somos las personas que tú querrías que fuésemos, o por lo menos así lo estamos intentando.

Las que hemos quedado aquí somos una piña, como tú nos querías ver, fuertes y firmes, como tú te comportaste en el proceso de tu enfermedad.

Papá, queremos decirte que no te preocupes por nosotras, estamos saliendo adelante con la ayuda incondicional y la protección de mamá y de los abuelos. Son ya cinco años contigo pero sin ti, y desde estas líneas queremos rendir un pequeño homenaje a un padre que en tan poco tiempo nos dejó un gran legado en nuestras vidas, aportándonos historias, experiencias y sabios consejos que jamás podremos olvidar. Te quisimos, te queremos y siempre te querremos.

Compartir el artículo

stats