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"Me explicaré", dice el edil del PSOE de Noreña que no cerró en hora su bar

Unai Díaz asegura que no tiene "nada que ocultar" y ve trasfondo político tras ser expedientado por la FSA por incumplir la normativa sanitaria

Unai Díaz. LNE

"La Federación Socialista Asturiana (FSA) decide actuar en todos los casos con equidad e igualdad y yo iré a la Comisión Ética a explicarme si me convocan y me lo permite mi trabajo". El portavoz municipal del PSOE en Noreña, Unai Díaz, sale así al paso del expediente informativo que le ha abierto la FSA al trascender que la empresa de la que es copropietario en la Villa Condal para la gestión de un local hostelero haya sido denunciada por otro negocio por incumplir el horario de cierre marcado por el Principado de Asturias a las 2 de la mañana debido a la pandemia. Díaz insiste en su sospecha de que se trata de una filtración pública de origen político: "Hay que tener la casa muy limpia para andar limpiando la de los demás y aquí en Noreña nos conocemos todos".

Los hechos, denunciados ante la Guardia Civil, ocurrieron el pasado sábado 31 de julio. El incumplimiento de la actual normativa sanitaria, marcada por la crisis del covid-19 motiva la apertura del expediente informativo al concejal noreñense, que fue informado por la secretaria de organización de la FSA, Gimena Llamedo.

"Yo no tengo nada que ocultar", se defiende Díaz. "Se trata de una sanción administrativa que se impone a la sociedad de la que soy copropietario con varios miembros y cuando llegue, que aún no nos llegó, responderemos y cumpliremos con ella", afirma. Díaz reconoció el incumplimiento desde el primer momento, también que él mismo estaba en el local, así como su voluntad de hacer frente al pago de la multa. Lo que el edil lamenta es verse sometido "a un juicio paralelo".

Por su parte, el equipo de gobierno de IPÑ declinó ayer realizar una valoración sobre la actuación del concejal socialista. Tampoco confirmaron que el partido político trabaje en una posible moción al Pleno para solicitar la dimisión de Díaz como apuntan otros grupos políticos. Lo que sí ha podido saber este diario es que las declaraciones de Díaz apunta a intereses políticos han caldeado los ánimos de los miembros del equipo de gobierno.

Una petición de dimisión que, a juicio del concejal de Izquierda Unida, Javier Ardura, es "un absurdo". En su opinión, el asunto concierne tan sólo a la FSA y al concejal. "No entendemos qué pinta IPÑ pidiendo una dimisión cuando han asumido actuaciones mucho más graves, como la denuncia por una ampliación ilegal de una fábrica y otros asuntos oscuros que no han aclarado en lo que llevan de mandato".

Para Ardura los hechos, "que no aplaudimos", son un problema de la FSA y el propio Díaz, a quienes les corresponderá tomar las decisiones que sean preceptivas, como por ejemplo la dimisión y entrega de su acta de concejal. Una opinión que comparte la portavoz municipal de Ciudadanos, Lucía Canga: "Como cualquier otro ciudadano tiene que cumplir con la normativa, yo no sé lo que ocurrió en el bar pero es un asunto del PSOE", apunta. Canga asegura que no tiene conocimiento de la presunta petición de dimisión en el Pleno. "Nada más que lo que informa la prensa", puntualiza. LA NUEVA ESPAÑA trató también, sin éxito, de recabar la opinión del edil de Conceyu Abierto, Pablo Pérez.

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