El culebrón con el realojo de los vecinos de Pumarabule (Siero) continúa. El Principado descarta dar marcha atrás respecto a las condiciones de realojo que les transmitió hace unos días. Si los residentes quieren dejar las viviendas de protección oficial, que se agrietaron hace más de una década, tendrán que pagar la diferencia de coste entre esas y las nuevas que se están acabando de construir.

Los vecinos están muy molestos con cómo se ha gestionado el problema y, ahora que veían cerca una posible resolución, se han encontrado con que mudarse les supondrá un desembolso económico, aunque sea reducido. Tras conocer las condiciones que les marca el gobierno regional, manifestaron su desacuerdo y pidieron que el realojo consistiera en un simple canje de las viviendas dañadas por las nuevas.

El Principado descarta recular y mantiene el planteamiento que les comunicó en las últimas semanas. "La Consejera ha transmitido con total transparencia a los vecinos de Pumarabule la realidad y las condiciones para acceder a las viviendas", apuntan fuentes oficiales de la Consejería de Derechos Sociales.

De esta forma, queda cerrada cualquier otra vía que no sea asumir el pago, para la treintena de familias afectadas por las grietas que surgieron en las viviendas en 2009. Desde entonces, llevan esperando por una solución, entre constantes demoras. Finalmente, el nuevo edificio estará listo a principios de 2021.