"Estamos muy contentos de poder volver y la gente lo está celebrando, se alegran un montón", afirmó ayer la vendedora Milagros Jiménez en la primera jornada con los ambulantes de textil, calzado y complementos en el mercado de Grado desde que comenzó la pandemia del covid-19. El sector se negó el pasado mes de junio, con la reactivación del mercado, a ubicar sus puestos en otras zonas de la villa moscona dando lugar a una mesa de negociación, con la Corporación y los sectores comercial y hostelero, que ha conseguido un acuerdo para la cita de los miércoles: llevar el textil y calzado a la calle Manuel Pedregal, el parque San Antonio y las plazas Álvaro González y La Blanca.
Finalmente, muchos han cedido y movido sus puestos. Es el caso de Ricardo Barrul, que dejó la zona del parque para instalarse en La Blanca: "Llevaba allí más de 20 años, algunos se quedaron en esa zona pero a mí me tocó moverme y no le veo mucha lógica", lamenta. Con todo, celebró por todo lo alto volver al mercado moscón, pues es una de las citas comerciales de Asturias en las que más venden. "Se nota mucho la venta, la gente tenía ganas de comprar y los de los bares están encantados", señaló.
Lo cierto es que los moscones dieron la bienvenida a los ambulantes y muchos se animaron a comprar tras casi seis meses sin el textil, calzado y complementos en el mercado de Grado. "Las ventas van fluyendo y solo falta que los clientes vayan sabiendo dónde estamos y nos ubiquen; ahora que se arregló el problema de los miércoles ya podemos llevar el pan a casa, este es nuestro medio de vida", explicó Gregorio Jiménez. "Falta un poco de alegría para comprar, pero pienso que se reactivará en breve y será como antes", añadió Juan Jiménez, de un puesto cercano.
La extensión de los puestos a otras plazas ofreció ayer en Grado una estampa de mercado como el de siempre, aunque con algunos cambios. Ahora, la agroalimentación se concentra en la General Ponte y el resto de venta en las calles y plazas cercanas. Los ambulantes han cedido a extender los puestos a otras zonas de la villa en la mesa de negociación con el objetivo de retomar su actividad comercial. "Ha sido el único mercado de Asturias paralizado y ya teníamos ganas de volver", dijo Jonatan Gabarri. Para Roberto Jiménez, poder descargar su mercancía en la villa moscona ha sido "un alivio".
