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La velutina, quemada en Tornón

Indalecio Villasante desvela el éxito de sus arpas eléctricas contra la especie invasora: "Nuestras abejas pueden cruzar, pero el avispón no"

Indalecio Villasante, junto a una de las arpas eléctricas situadas entre sus colmenas. VICENTE ALONSO

El apicultor Indalecio Villasante, "Cuqui", vecino de Tornón, en Villaviciosa, lleva varios años luchando contra las temidas avispas asiáticas, según explica, con poco éxito hasta ahora. "Tengo 18 colmenas en El Payeru y he probado varias formas caseras de combatir esta dañina especie. He utilizado cajas y botellas de plástico con atrayentes con zumos de arándanos, cerveza negra, o agua, azúcar y levadura, pero con pocos resultados efectivos, porque matas muchas, pero siempre vuelven más".

Ahora el apicultor dice haber encontrado la solución definitiva, que evita los ataques a sus abejas y a su apiario. "Se trata de una trampa compuesta por un arpa rectangular con alambres eléctricos, inofensivos para el ser humano pero que hace que las velutinas, al intentar cruzarlos para acercarse a las colmenas, reciban un calambrazo con el que se les queman las alas y ya no pueden volar. Se caen al suelo, aturdidas, y acaban muriendo", apunta, explicando que para alimentar las arpas eléctricas utiliza una placa solar.

Cuqui coloca un arpa de forma transversal cada tres colmenas, y explica que el sistema tiene una ventaja muy importante, y es que no daña a las abejas autóctonas. "Nuestras abejas pueden cruzar sin dañarse entre la separación de los alambres electrificados de las arpas, que es de 2 centímetros, porque las abejas son más pequeñas que las avispas asiáticas, que no logran cruzarlos sin quedar enganchadas. Es una trampa muy efectiva contra esta especie invasora que tanto daño está haciendo a nuestras abejas", asegura, muy satisfecho por los resultados de un sistema con el que lleva eliminados cientos de velutinas.

Este apicultor, que tiene colmenas desde hace más de 40 años, ya había tenido en los últimos años, cercanos a sus colmenas, varios nidos del peligroso avispón asiático, cuyos ejemplares habían diezmado sus colmenas. Este año empieza a recuperarlas gracias a varios enjambres que le llegaron esta primavera y verano, y al nuevo sistema de combatirlas. "Esta es una lucha continua contra una plaga que parece no tener freno. Para mí este sistema es el mejor método que conozco para combatirlas", apunta convencido, recordando que esta especie invasora supone un grave riesgo para el medio ambiente, pero también para la población.

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