La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El propietario de cinco naves calcinadas en Silvota: "Reconstruiré cuando me dejen"

Las causas del fuego aún se investigan, según cuenta el afectado, aunque la hipótesis de que un rayo alcanzara la zona es la principal

Naves en llamas en el polígono de Silvota, en Llanera. I. COLLÍN

"Reconstruiré las naves en cuanto el Juzgado me deje". Por primera vez después del incendio que calcinó seis locales del polígono de Silvota, uno de los afectados ha hablado. Lo hace guardando su anonimato, "por precaución, hasta que se resuelva todo". Él es propietario de cinco naves que estaban alquiladas a empresarios chinos y quedaron totalmente arrasadas. "El fruto de una vida de trabajo", dice, quemado en cuestión de horas. Las causas, según relata, aún no las conoce: "Lo están mirando los seguros y a ver qué pasa, no sabemos nada", añade el empresario. En efecto, los peritos siguen con las pesquisas, pero, como informó este periódico, la principal hipótesis que se baraja es la del impacto de un rayo, sin descartar algún tipo de fallo eléctrico.

El principal afectado indica que perdió en el incendio instalaciones de 9.000 metros cuadrados y otros 1.200 quedaron "afectados". Que los seguros se hagan cargo o no, sigue sin estar claro para ellos, a la espera de que se esclarezca lo sucedido.

Mismo motivo que bloquea su intención de volver a reconstruir las naves. "Podría intentar deshacerme del suelo, pero lo que procede es reconstruirlo en cuanto el juzgado lo permita. Es el fruto del trabajo de toda una vida", concluye el empresario que se dice "fastidiado", por la desgracia.

El panorama en la zona sigue siendo desolador después del incendio que se originó el pasado 29 de agosto. Resultaron afectadas seis naves, cinco de comercios chinos y otra de venta de motocicletas.

El fuego comenzó temprano, pasadas las diez de la mañana. Había tormenta y, según relatan testigos presenciales, "se escuchó un trueno, se fue la luz y al poco comenzaron las llamas".

Fueron momentos de gran tensión, los trabajadores que mantenían su actividad a pesar de ser fin de semana se arremolinaban en el parking del hotel del polígono, justo frente a las naves en llamas. También fue necesario desalojar un gran supermercado aledaño a las instalaciones del comercio chino. El hecho de que el fuego estuviera próximo a una nave con productos químicos inflamables incrementaba el temor.

La actuación de los equipos de emergencias fue rápida. Pronto llegaron a la zona efectivos del cuerpo de Bomberos de La Morgal, el más cercano. Trataron de sofocar las llamas, pero la tarea era casi imposible. Se sumaron a ellos efectivos de Proaza, San Martín del Rey Aurelio y Oviedo. El helicóptero también lanzó agua desde las alturas y, cuando cayó la noche, la situación comenzó a estar totalmente bajo control. Eso sí, las naves siguen echando humo a día de hoy.

El presidente de los empresarios del área industrial, Pablo G. Vigón, asumió que el incendio fue "un golpe duro, una catástrofe". Con las pérdidas aún por acabar de cuantificar, se estima una "recuperación lenta". En el interior de los almacenes chinos "había mucho material, lo mismo que motos en la tienda".

Los afectados habían preferido no pronunciarse antes de la resolución del caso, optando por la prudencia. Aspecto que destaca el empresario contactado por LA NUEVA ESPAÑA. En todo caso, sí reconoce que ha sido un duro golpe y anuncia que el espacio que ahora ocupan los restos calcinados, volverá a ser algún día una instalación en la que habrá actividad empresarial.

Las próximas semanas servirán para que los seguros puedan cerrar el expediente, antes de proceder a indemnizar -si al final sucede- y luego será momento de recuperación.

Compartir el artículo

stats