Después de La Novena del Cristo de Santa Ana, D. Juan Manuel Hevia Fisas dejará definitivamente sus funciones parroquiales en La Pola. La modificación que el Sr. Arzobispo hizo en nuestra parroquia sorprendió a los feligreses. Comentarios hubo de todo tipo acerca de las razones del cambio, las efectivas las sabrá D. Jesús. Siendo como es, D. Juan se opuso frontalmente a que la parroquia tuviese con él acto alguno de despedida homenaje. Reconociendo en nuestro cura cualidades como su buen corazón, capacidad de trabajo, interés por la mejora parroquial, talla intelectual y competencia en la homelética, sabemos que no son de su estilo ni las contemplaciones ni los miramientos y tiene la presura en las contestaciones; pero nunca hechas con intención lesiva. Ese carácter que en algún medio decían "levantisco" probablemente sea fruto de la timidez y falta de ciertas habilidades sociales. Lo cierto es que la entrega a su labor en estos cuatro años ha sido total, y su disponibilidad para atender a quien lo necesitase, incondicional. Así que bien se merece el agradecimiento por estos cuatro años acompañándonos en el camino. Respecto a quienes no pudieron ver en D. Juan sus cualidades, existe un dicho asturiano al respecto: "Nun hay rialín de plata que paezca bien en toes les faltriqueres". ¡Muchas gracias, Sr Cura!
