Pedro de Silva Cienfuegos-Jovellanos (Gijón, 1945) es el Poeta del Alba de la Alborada de las fiestas del Cristo de Candás (Carreño) de este año, que se celebra mañana al amanecer (7.30 horas) en Ortiz y no en el puerto como es tradición debido a la pandemia. El escritor, abogado y expolítico, que fue presidente del Principado de Asturias entre 1983 y 1991, afronta el encargo con responsabilidad y, también, con el apego de un gijonés por la villa marinera: "Nos une todo y sobre todo la mar".
- Será el Poeta del Alba en Candás, ¿cómo afronta el encargo?
-Todas las tradiciones son importantes, y esta lo es mucho, para Candás, para Asturias y para la gente de la mar. Lo afronto con sentido de la responsabilidad, la de estar a la altura.
- ¿Qué supone para usted entrar a formar parte del listado de poetas que han leído el pregón del alba?
-Será un honor.
- Como poeta, ¿había soñado alguna vez con dar lectura al pregón de La Alborada?
-Un poeta sueña con sus poemas, con encontrar un hilo del que tirar para acercar algo que está fuera de lo ya sabido. Un sueño imposible, como todos los sueños. El de compartirlo con otros (un sueño difícil pero no imposible) viene detrás.
- ¿Puede adelantar algo sobre el Poema del Alba? En ese caso, ¿estará la mar dentro del poema? -Por supuesto la mar estará en el poema. La mar siempre ha sido muy importante para mi.
- Una curiosidad, tendrá que madrugar para cantar los versos al alba, ¿le costará?
- Madrugo más o menos eso cada día.
- ¿Qué le une con Candás y sus gentes?
-Para los gijoneses, Candás es casi parte de nosotros, pero una parte que a la vez es muy, muy suya. Nos une todo, y sobre todo la mar, pero Candás siempre será ella misma. Carreño, campo y mar, es mucho Carreño.
- Tras dejar atrás la política se sumergió en la actividad literaria, ¿qué está escribiendo?
-Dentro de unos días saldrá una publicación de mi libreto para musical "Mauregato", un cierto engarce de la historia de Asturias con la saga artúrica. Pero lógicamente ahora estoy en otras cosas, que se irán viendo.
