El incendio que calcinó seis naves en el polígono de Silvota hace quince días ya ha cerrado un capítulo. Así lo apunta el colectivo empresarial ASEMPOSIL, que representa a las compañías instaladas en la citado área. Su presidente, Pablo G. Vigón, revela que "la investigación ya está cerrada", con la conclusión de que el incendio "no fue intencionado", como venía informando este periódico desde su origen. Eso sí, "las causas aún las desconocemos". En principio, la principal hipótesis es el impacto de un rayo sobre una de las naves. Ahora "queda programar la demolición y que los seguros paguen las indemnizaciones", concluye Vigón.

Los hechos ocurrieron el último día del mes de agosto. Un domingo que fue trágico para una de las principales áreas empresariales del centro de Asturias. Tras una gran tormenta matinal, las llamas calcinaron seis naves. Cinco de negocios chinos y una en la que se ubicaba una tienda de motocicletas.

Costó controlarlo. Tuvieron que acudir efectivos de bomberos de diversos puntos de Asturias. Se desató la especulación sobre los motivos, pero, como informó este periódico, la principal hipótesis siempre fue la del impacto de un rayo.

Fueron momentos de gran tensión, los trabajadores que mantenían su actividad a pesar de ser fin de semana se arremolinaban en el parking del hotel del polígono, justo frente a las naves en llamas. También fue necesario desalojar un gran supermercado aledaño a las instalaciones del comercio chino. El hecho de que el fuego estuviera próximo a una nave con productos químicos inflamables incrementaba el temor.

La actuación de los equipos de emergencias fue rápida. Pronto llegaron a la zona efectivos del cuerpo de Bomberos de La Morgal, el más cercano. Trataron de sofocar las llamas, pero la tarea era casi imposible. Se sumaron a ellos efectivos de Proaza, San Martín del Rey Aurelio y Oviedo. El helicóptero también lanzó agua desde las alturas y, cuando cayó la noche, la situación comenzó a estar totalmente bajo control. Eso sí, las naves siguen echando humo a día de hoy.

El presidente de los empresarios del área industrial, asume que el incendio fue "un golpe duro, una catástrofe". Con las pérdidas aún por acabar de cuantificar, se estima una "recuperación lenta". En el interior de los almacenes chinos "había mucho material, lo mismo que motos en la tienda".

Los afectados habían preferido no pronunciarse antes de la resolución del caso, optando por la prudencia. Sin embargo, uno de los empresarios afectados habló -manteniendo su anonimato- para LA NUEVA ESPAÑA. Este reconoce que ha sido un duro golpe y anuncia que el espacio que ahora ocupan los restos calcinados, volverá a ser algún día una instalación en la que habrá actividad empresarial. Según explica ahora Vigón, la investigación ha concluido y los siguientes pasos serán "programar la demolición y que los seguros abonen los daños".