La saturación mediática por la Covid es máxima y la preocupación de la ciudadanía mayúscula. Aunque algunos hemos puesto armadura frente a este ataque informativo, no hay manera. La sombra de un rebrote serio no para de pasear sobre nuestro país que, como en otras cosas, está a la cabeza de Europa. Y aunque uno intente buscar explicaciones geográficas, demográficas, climáticas o sanitarias, no las hay. Sólo el estilo de vida y la gestión de la situación explican que superemos con creces los porcentajes de contagio de La Unión. La explicación de la gestión, ya sabemos... quienes tienen la responsabilidad, como siempre, no asumirán sus errores, condición necesaria para la rectificación. Respecto al estilo de vida, uno, que tampoco tiene mucha idea, considera que, botellón aparte, lo de las terrazas... Están repletas, muchos sin mascarillas porque consumen. La conversación llena de microgotas de saliva el entorno, la saliva está en la vajilla de consumo... El camarero lo recoge y limpia como puede pero, como no se meta en un autoclave, interviene en la dispersión. Y el mobiliario...Alguien tendría que ponerse a pensar cómo preservar nuestro estilo de vida con riesgos mínimos. Pero de todas formas sólo nuestra responsabilidad personal puede mitigar esta situación.
