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Bocados rojos en China con sabor maliayés

Adrián García y Antonia Sánchez asesoran al Gobierno del país asiático para extender el cultivo del arándano, un fruto que también le venden

Adrián García y Antonia Sánchez, en su plantación de arándanos en Fuentes. VICENTE ALONSO

Los bocados rojos que dan en China tienen algo de sabor a Villaviciosa. La empresa asturiana Arándanos El Cierrón, con seis hectáreas en Fuentes, acaba de llegar al mercado del país asiático con sus frutos rojos. Además, a través de su consultoría, dirigen varios proyectos en China para la puesta en marcha de diferentes plantaciones de arándanos. Además, tienen contactos en países como Azerbaiyán, Kazajistán y Armenia.

Detrás de la firma están los emprendedores Adrián García Villar, ingeniero agrónomo maliayés, y su pareja, la sevillana Antonia Sánchez Moreno, experta en cultivo y propagación de plantas de frutos del bosque. En los viveros producen más de 25.000 kilos y 100.000 plantas al año de arándano y otros frutos rojos como frambuesa, grosella, mora, aronia o kiwiberry/kiwiño. El Cierrón fue hace 31 años una de las primeras plantaciones de arándanos de España, fundada por el técnico del Serida y padre de Adrián, Juan Carlos García Rubio, junto a su mujer Ángeles Villar. "Gracias a la labor de investigación del Serida en el mundo de los berries en general y del arándano en particular, desde hace más de 30 años, hoy se puede exportar a todo el mundo unos conocimientos únicos y muy completos sobre el cultivo y el manejo del arándano. Es una suerte para una región como Asturias tener un centro como el Serida, referencia mundial en este campo", opina Adrián García.

El cultivo del arándano está en plena expansión en el continente asiático, tanto en los países del Occidente (antiguas repúblicas soviéticas) como en China. En cada zona hay condiciones y gustos muy diferentes, y en la empresa maliayesa se encargan de asesorar gracias a su conocimiento.

En el caso de China, actualmente la superficie plantada se estima en más de 40.000 hectáreas, aunque la cifra oscila mucho según la fuente de información. Pero lo claro es que el cultivo crece a pasos agigantados. En las reuniones mantenidas entre la empresa maliayesa y el Gobierno chino, los planes pasan por incrementar la superficie de cultivo de arándanos en la próxima década entre 30.000 y 40.000 hectáreas.

Todo ello ha provocado una fuerte demanda en el país de conocimientos técnicos sobre el cultivo. "China es un mercado muy exigente, donde la competencia por entrar es altísima y una vez que entras debes demostrar un nivel de conocimientos muy elevado", señalan Adrián García y Antonia Sánchez. Azerbaiyán, Kazajistán y Armenia -que con el veto ruso a productos europeos quieren hacer negocio exportándoles arándano- demandan los servicios de la firma maliayesa, que, en colaboración con Asturex (Sociedad de promoción Exterior del Principado de Asturias) siguen buscando nuevos mercados.

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