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Asturias, un paraíso de lo más natural para las mascotas

Pablo Muñoz, dueño de "Pipper", el perro viajero, recala en Villaviciosa y anima a los empresarios a facilitar el turismo con animales: "Puede servirles para afrontar la crisis"

Asturias, un paraíso de lo más natural para las mascotas

"Pipper", el perro turista más famoso del país, el primero que ha dado la vuelta a España promoviendo destinos entre quienes viajan con mascota, está pasando revista a Asturias junto con su dueño, el donostiarra Pablo Muñoz Gabilondo. Ambos se han convertido en toda una sensación con sus recomendaciones y "Pipper" es todo un "influencer".

Estos días por Asturias, perro y dueño han practicado paddle surf en la ría de Barro junto a la Escuela Asturiana de Surf, han ido hasta la base del Picu Urriellu y han disfrutado con los impresionantes bufones de Pría. Además, se han paseado por localidades como Llanes y Villaviciosa.

Todo lleva a Pablo Muñoz Gabilondo a constatar que el Principado es de lo mejor para viajar con mascotas. "Cada vez son más las empresas e instituciones que apuestan por desarrollar este tipo de turismo. Vender un destino como 'dog friendly' (mascotas bienvenidas) puede ayudar al sector a afrontar la actual crisis derivada de la pandemia por coronavirus. Según nos relatan los propios hosteleros, el verano ha sido mejor de lo que se esperaba en Asturias, pero ahora llega la temporada baja y hay que buscar fórmulas que ayuden a impulsar los negocios turismo durante todo el año. Y ahí están quienes viajan con perro, ya que lo hacen fuera de fechas especiales, pero necesitan destinos que les den facilidades.

Asturias está en una buena situación y tiene un gran potencial, sostiene. "Quienes viajan con perro necesitan alojarse en hoteles que admitan mascotas, que son uno más de la familia, y comer en bares y restaurantes, a salvo de las inclemencias del tiempo. Solo en torno al 21% de los alojamientos en Asturias acepta perro; este porcentaje ronda el 50% en Gijón u Oviedo. En cuanto a bares y restaurantes, Gijón ya tiene una buena oferta, pero otros lugares, como Oviedo aún deben normalizarla para desayunar o comer", explica Muñoz Gabilondo, quien dice que Gijón es uno de los destinos españoles que ha hecho más por adaptar su oferta turística a las familias con perro y que ahora solo hay que perfeccionar ese modelo y extenderlo al resto de la comunidad autónoma.

Este viajero amante de las mascotas cree que todavía hay destinos que no son conscientes de la potencialidad de este tipo de turismo.

"Las instituciones y asociaciones profesionales deberían liderar su desarrollo, que no cuesta dinero y es fácil de hacer: solo hay que explicar a los empresarios cómo hacerlo y que sientan que las instituciones públicas les apoyan. Hay empresarios que no saben cómo hacerlo o les da miedo, pensando que igual una mascota les puede estropear la habitación, pero ahí pueden pedir una fianza como garantía que se devuelve al dejar el alojamiento", señala.

Para avalar la necesidad de favorecer la presencia de mascotas, el viajero echa mano de cifras: "No olvidemos que el 40 por ciento de los hogares en España tienen mascota, y que cada año son más. Tenemos menos hijos y más perros. Es la realidad a la que el sector se tiene que adaptar", afirma.

Muñoz Gabilondo añade: "En el caso de los bares y restaurantes, el reto es que los propietarios conozcan que son libres de aceptar clientes con mascota, que la normativa les ampara. La pegatina de perros no se puede cambiar por la de perros educados bienvenidos. De nuevo aquí, si la administración correspondiente promueve entre su tejido hostelero cómo hacerlo, los empresarios se sentirán más seguros para dar el paso"

Un buen ejemplo de ese buen recibimiento a las mascotas en establecimientos lo ha podido comprobar Pablo Muñoz en su visita a Villaviciosa. "Hemos podido cenar, comprar un regalo en una tienda, y tomar un café en una cafetería con toda normalidad. Pero es cierto que aún son pocos los lugares que aceptan clientes con mascotas. Hay que dejar los prejuicios a un lado y mirar el potencial económico y social que tiene este nicho turístico Lo importante es que el cliente y su perro se comporten con educación, y la gran mayoría lo hace", explica convencido el dueño y también compañero del popular "Pipper".

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