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Urgen la limpieza de una finca con ratas y maleza en Noreña

"Hay niños por fuera", alertan los vecinos de Los Bayones sobre la parcela, propiedad de un "fondo buitre", lo que complica los trámites

La casa foco del problema de salubridad en la urbanización de Los Bayones, en Noreña. A. I.

Una finca que ha caído en manos de un "fondo buitre" (inversores que compran inmuebles para especular) y acumula maleza y suciedad trae de cabeza a los vecinos de la urbanización de Los Bayones de Noreña. Según relatan varios de los propietarios de las casas aledañas, el recinto es un foco de suciedad y "salen ratas grandes". Urgen que se pueda llevar a cabo su limpieza, preocupados especialmente porque "hay niños jugando fuera de las casas y tenemos miedo a que les muerdan".

El problema se agrava poco a poco, pero la solución no es fácil. La vivienda acabó en manos de un banco como dación en pago y este la vendió a un inversor difícil de identificar.

El gobierno municipal está tratando de comunicarse con los dueños actuales, pero se trata de un proceso difícil. "Nos está pasando con frecuencia. Son fincas que acaban en manos de los bancos, no les hacen el mantenimiento y luego tenemos que estar yendo de un intermediario a otro hasta dar con la persona que lo gestiona directamente y se puede limpiar. Lo conseguimos, pero siempre suele tardar", reconocen fuentes municipales.

En este caso, los vecinos dieron traslado de los problemas al Ayuntamiento, que está tratando de buscar solución. Sin embargo, para los residentes la urgencia es grande. "El otro día estaba en la cocina y vi una rata grande pasar por delante, los críos querían ponerse a jugar con ella", cuenta preocupada una de las madres de la zona. Misma situación que viven sus vecinos de puerta, que también vieron al roedor en su jardín "estando los niños fuera".

La preocupación por los pequeños es el principal motivo por el que los vecinos meten prisa al Ayuntamiento para que actúe. Pero este tipo de problemáticas son cada vez más frecuentes, no solo con viviendas que se quedan sin desbroce ni limpieza alguna, sino también con el deterioro de fachadas. De hecho, ya se han dado casos en la Villa Condal de edificios cuyo frontal está protegido por patrimonio, pero cuyo estado es pésimo, amenazando con derribarse. En estos casos, los trámites también son complejos, pues se necesita la autorización de Patrimonio y ejecutar la demolición de manera subsidiaria en caso de no poder contactar con la propiedad, algo que suele ocurrir de manera frecuente.

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